domingo, 13 de julio de 2014

El que no transa no avanza

No sabía si tocar este tema en mi otro blog, que tiene que ver más con cuestiones financieras pero dado que también es un tema social decidí abordarlo aquí. En México tenemos un dicho muy arraigado en nuestra cultura popular. "El que no transa no avanza". Significa que para salir airosos de una situación o sacar provecho para propio beneficio, hay que mentir, cometer fraude y usar artimañas.

Claro, dirán que esto solo aplica a los políticos. Pero no, desafortunadamente no es así. Ocurre con cualquier persona.

Y hay bastantes personas, pequeños y medianos empresarios que aplican esta filosofía a sus anchas, porque sienten que como su empresa es "chiquita" no reciben grandes tajadas del pastel de las empresotas, entonces se sienten con derechos para transar en aras de avanzar. ¿Y cuáles son esas transas? Muchísimas. Les doy dos ejemplos de los más comunes:

No dando de alta a sus trabajadores en el IMSS o haciéndolo con un sueldo mínimo, por debajo del que realmente ganan.

No pagando impuestos, así, nomás porque no se les da la gana. Declaran todo en ceros o utilizan artimañas para falsear estados financieros.

¿y cuáles son las consecuencias de esto? Pues que las autoridades se hacen más aguerridas, y empiezan a fiscalizar y a imponer obligaciones más pesadas y más onerosas, porque ahorita están cayendo multas al por mayor y además, ahora impondrán la obligación de mandar mes a mes las balanzas y los catálogos de cuentas, lo que quiere decir que Hacienda meterá las narices hasta en la cocina.

¿Había necesidad de llegar a estos extremos? Sí, porque la misma gente se lo buscó. Porque todos pensaron que con no pagar impuestos o pagando de menos a base de triquiñuelas y engaños,  ya se estaban vengando del gobierno. "¿El gobierno roba? Ah, pues yo también robo".

Así está la mentalidad de los mexicanos, y dudo mucho que esto vaya a cambiar porque está bien arraigado. Mientras tanto, vayamos haciéndonos a la idea de que el gobierno nos va a fiscalizar a todos, como cuando un niño en el salón hace una travesura y la maestra castiga a todos como escarmiento.

sábado, 12 de julio de 2014

Sincronías

Estaba en una cafetería del centro llamada "La Abuela Vaca", es un café muy bohemio, de estilo y decoración vintage francés. Dio la casualidad que esta misma noche se presentó un grupo de guitarristas llamados ArChiMe, dado que sus integrantes son un argentino, un chileno y un mexicano.  Recién se formó el grupo y esta noche fue, por decirlo así, su debut. Un concierto improvisado, un concierto entre amigos, muy acústico, el público sentado en sillas, sofás y sillones, algunos incluso de pie, en un salón que parecía más bien como una sala de una casa, así que se sentía un ambiente muy íntimo.
El repertorio fueron covers de The Police, Coldplay, Sting, entre otros, y canciones propias compuestas por ellos mismos.
Pero ocurrió un detalle especial, algo que solo yo observé. ¿Creen ustedes en las sincronías? Bueno, detrás del sofá donde estaban sentados los músicos había un ventanal que daba para la plaza. En esa plaza, bajo la luz de un farol, sentados en una banca, había un par de novios. Se sentaron ahí justo a la hora en que nosotros comenzábamos a disfrutar de la música. Yo noté que lo que hacían los novios iba acorde al repertorio musical que nosotros escuchábamos. Romance, besos, arrumacos, una breve discusión, más besos. Todo coincidía con las canciones que oíamos nosotros adentro del local. Pero ellos estaban ajenos, en su propio mundo, jamás se imaginaron que yo vi su amor musicalizado, por así decirlo. Tan es así que cuando los músicos cantaron la última canción, ellos también se despidieron uno del otro, entre besos y abrazos.
Dicen que el universo está sincronizado. Hoy me tocó ver una de esas sincronías.