viernes, 22 de junio de 2018

te mando foto de la factura

La tecnología ha facilitado mucho la vida, de eso no cabe duda. Pero también la complica en otros aspectos.

En mi trabajo como contadora, cuando yo empecé todo se manejaba en papel. El cliente llegaba con el bonche de facturas de compras y ventas y las pólizas de cheque y los estados de cuenta. El escritorio se atiborraba de papeles, y ni qué decir del espacio en el archivo, se llenaba muy pronto.

De un tiempo para acá todo empezó a digitalizarse. Ahora las facturas son archivos en pdf y xml y los estados de cuenta se pueden descargar fácilmente del portal bancario.

Con los pdf no tengo problema, pues los puedo leer fácilmente.

El problema está cuando el cliente me manda fotos como estas:



Aclaro que estas fotos las saqué de internet, no son de mis clientes. Pero sí, me mandan cosas así. Y noooo, por Dios, de por sí estoy miope, y luego me mandan esto... y lo peor de todo es que cuando quiero ampliar la imagen se pixelea o se ve mocha.

Por más que les suplico que mejor me la escaneen, no, es más fácil para ellos agarrar el cel y tomarle foto.

Así que termino como este viejito de Toy Story que repara a Woody, con lentes, sobre lentes, sobre lentes.


A veces odio el mundo moderno.