viernes, 19 de julio de 2013

Carta de un padre a su hija

Cada vez que entro a portales como Yahoo, en la sección de noticias nunca falta el artículo que señala una lista de técnicas para enamorar a los hombres. Tampoco faltan esas revistas como Cosmopolitan, que más que una revista, es un manual de cien páginas sobre seducción. Asimismo, en los programas de televisión nos venden tips y consejos de cómo mantener la llama del amor en la pareja. Estos consejos van desde cómo debe vestirse la mujer, de manera sexy, hasta recetas de cocina o incluso, posiciones sexuales. En pocas palabras, las mujeres de esta generación estamos bombardeadas con mensajes sobre cómo ser agradables al sexo opuesto, y nos achacan la responsabilidad de mantenerlo interesado, pues pesa sobre nosotras de que si el hombre se va de nuestro lado es porque no supimos retenerlo.

Acabo de ver un artículo que echa por tierra todas estas creencias.

Un padre de familia entró un día a la computadora de su hija, y en el historial de navegación encontró que ella había hecho búsquedas sobre "cómo mantener interesado a un chico". Él se indignó. ¿Por qué su bebita tenía que hacer cosas para agradarle a un chico? ¡Si ella era bastante interesante, y si el tipo no lo quería ver así era su problema, no el de ella!

Entonces le escribió esta carta a su hija.

Querida Cutie-Pie
Recientemente, tu madre y yo estábamos buscando algo en Google. A la mitad de escribir la pregunta, Google nos mostró una lista con las búsquedas más populares en el mundo. La búsqueda más popular en la lista era “Cómo mantenerlo interesado”.
Me sorprendió. Revisé varios artículos de la incontable cantidad que aparecieron acerca de cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior.
Me enfurecí.
Pequeña, esto no es, nunca ha sido y nunca será tu trabajo -“mantenerlo interesado”.
Pequeña, tu única tarea es saber muy dentro de tu alma –en ese lugar inquebrantable que no se transforma por el rechazo, la pérdida o el ego- que tú eres digna de interés. (Si puedes recordar que todos también son dignos de interés, estarás por ganar la batalla de tu vida. Pero esa es otra carta para otro día.)
Si puedes estar segura de que vales en este sentido, serás atractiva en la manera más importante del mundo: atraerás a un chico que sea digno de tu interés y que también querrá pasar su vida invirtiendo todo su interés en ti.
Pequeña, quiero decirte algo acerca del hombre que no necesita que lo mantengan interesado, porque él sabe que tú eres interesante:
No me importa que ponga los codos en la mesa –siempre y cuando él ponga sus ojos en la manera en que tu nariz se frunce cuando sonríes. Y que luego no puede dejar de ver.
No me importa si no puede jugar golf conmigo –siempre y cuando él pueda jugar con los hijos que le des y disfrute todas las formas gloriosas y frustrantes en las que se parecen tanto a ti.
No me importa que no persiga el dinero –siempre y cuando él persiga su corazón y siempre lo lleve de vuelta a ti.
No me importa si es fuerte –siempre y cuando él te de espacio para ejercitar la fuerza que hay en tu corazón.
No me podría importar menos si vota –siempre y cuando se levante cada mañana y te elija un lugar de honor en tu casa y un lugar para venerarte en su corazón.
No me importa el color de su piel –siempre y cuando el pinte el lienzo de sus vidas con pinceladas de paciencia, sacrificio, vulnerabilidad y ternura.
No me importa si fue educado en esta religión o en otra o en ninguna –siempre y cuando haya sido educado para valorar lo sagrado y para saber que cada momento de la vida y cada momento que pase contigo es algo profundamente sagrado.
Al final pequeña, si te topas con un hombre como ese y parece que él y yo no tenemos nada en común, en realidad tendremos en común lo más importante:
Tú.
Porque al final, pequeña, la única cosa que debes hacer para “mantenerlo interesado” es ser tú misma.

Tu hombre eternamente interesado
Papá.


¿Cómo ven? A mí me gustó la cartita. Hasta parece que estoy escuchando a mi propio papá. :)

Es lindo ver cómo tu papá, como hombre y como padre, te aconseja sobre la vida. Y sí, tiene toda la razón.

Así que lectores blogueros, si ustedes son papás de niñas, acérquense a ellas. Recuerden que ustedes son los primeros amores de sus hijas. Y chicas, escuchen los consejos de este padre de familia.

Ser empresario

A veces nos ponemos a soñar despiertos y deseamos ser ricos y tener un negocio. Pero si realmente tuvieras la oportunidad de poner un negocio ¿lo harías?

Además del capital, tendrías que darte de alta en Hacienda, tramitar los permisos necesarios ante el Municipio, algunas Secretarías de Gobierno (dependiendo del giro del negocio), dar de alta a los trabajadores en el IMSS, pagar impuestos, competir contra otros negocios nacionales o incluso extranjeros... y cuando la gente piensa en todo esto, la mayoría termina desechando la idea. "Nah, qué flojera, esto no es para mí".

Así que no todos tienen madera de empresarios. Se quieren los beneficios, pero no se quieren las responsabilidades. Solo los que realmente agarran todo el paquete, esos son los que a la larga ven los beneficios. A veces nos quejamos de la gente rica, pero no nos ponemos a pensar en todo en lo que se involucran para mantener el negocio funcionando.

Como contadora puedo decir que en cierta forma, yo presencio cómo los dueños a veces se quedan sin dinero con tal de invertirlo en el negocio, ya sea desde una tortillería hasta una gran empresa. Son gente que asume todas las responsabilidades, y que está preocupada por sacarlo adelante.

Así que para ser rico, no es solamente esperar a que te caiga el dinero del cielo. Es más bien sembrar el dinero, regarlo, abonarlo, para que dé frutos.