domingo, 18 de octubre de 2009

El síndrome del patito feo


En la televisión abundan los dramas de las mujeres patitos feos. son chavas que se les considera feas, generalmente son protagonistas de la historia. Son feas,introvertidas, no tienen amigos, la gente se burla de ellas y el chico que ellas aman no las ama por ser feas.

Su aspecto es el mismo: tienen el cabello enredado y grasoso. Usan frenos, llevan lentes (los más grandes y gruesos que pueda haber, lo cual se me hace ilógico ya que ese tipo de anteojos ni siquiera existen en las ópticas, actualmente hay lentes muy nice de marcas de diseñador reconocidas). Visten la ropa más anticuada y sosa del mundo, (vaya, ni las abuelitas se visten así y si no me creen váyanse al Martins o al Toks y verán señoras de la tercera edad muy bien vestidas con trajes sastres). Y aparte de toda esa vestimenta freaky, caminan torpemente y ríen como cerdos. Eso sí, todas son "inteligentes", contrario a sus antagonistas, que son guapas, sexys, seguras de sí mismas, pero tontas.

Las protagonistas patitos feos se justifican a cada momento, diciendo que no quieren ser bellas, que así están bien y que son felices así... y lo curioso es que dicen todo eso llorando. Ni ellas mismas están convencidas de lo que dicen.

De pronto un día aparece el hada madrina, una mano amiga que las lleva a un salón de belleza. En un solo capítulo les quitan la ceja y les depilan el bozo y las piernas. Les cortan el pelo, se los tiñen y generalmente se los planchan. Después las maquillan como si hubieran ido a Estudio Montes (aquí en Monterrey es un estudio de fotografía que se caracteriza por maquillar y peinar a las novias y quinceañeras haciendo un Extreme Makeover radical). Luego, que casualidad... las protagonistas descubren que existen los lentes de contacto, así que botan sus viejos lentes a la basura.Les retiran milagrosamente los frenos (al parecer, ya ni usan paladar) y luego, van a una boutique y dedican oootro capítulo donde ella se está probando diferentes atuendos atrevidos y de moda.

Entonces, cuando termina su transformación, llegan a la escuela o lugares de trabajo, transformadas en hermosos cisnes, vestidas igual que sus enemigas, y ahora sí, toda la autoestima sale a flote. Ahora sí tienen seguridad en sí mismas y son dueñas del mundo. Ahora sí atraen a su hombre amado y él, obviamente, queda enamorado de ellas, porque ahora sí son bonitas.

Este síndrome del patito feo lo he visto en al menos tres telenovelas: "Alcanzar una Estrella", "Yo soy Bety la fea" (y todas su version mexicana "la fea mas bella") y actualmente, para los chiquitines, está "Atrévete a soñar" (la original se llama precisamente "Patito Feo").

¿Qué puedo decir al respecto?

Número uno. No existen mujeres feas. Existen mujeres que se creen feas. ¿Por qué? Porque toda mujer, que está consciente de sí misma y de sus cualidades y defectos, siempre, siempre, siempre hará lo posible por resaltar lo bello y ocultar lo malo. Fíjense en las chavitas de ahora. Se prueban varios tipos de maquillaje, para ver cuál les queda mejor, se prueban varios tipos de ropa y así, practican miradas, poses. Si tienen bubis, usan escotes. Si tienen buenas piernas, usan minifaldas. Si tienen buenas pompis, usan pantalones a la cadera.

En cambio, las mujeres que se creen feas se visten como tal. Usan playeras holgadas, porque sienten que están gordas y quieren ocultar las llantas. Van despeinadas, sin ningún collar, sin ningún par de aretes. Usan colores neutros como gris, beige o verde olivo. Caminan encorvadas. O sea, todo su outfit que ellas mismas eligieron, grita a los cuatro vientos: soy fea, me siento fea.

Ahora, por mucho maquillaje o vestido nuevo que tengan, si no se sienten bonitas, se seguirán viendo feas. Y eso me consta, porque como dije en el post anterior, hasta hace poco descubrí que el primer cambio viene de adentro. Cuando te sientes bien contigo misma siempre harás todo para resaltarlo. No usarías una prenda que no te agrada, al contrario, buscarías aquellas con las que te sientes aún más bonita. No importa como se vista, si con traje sastre o como darketa. La mujer que se siente hermosa buscará reflejar esa belleza con su forma de ser y de vestir.

Número dos: el mensaje que transmiten este tipo de novelas es confuso. Primero ponen que ser bella es sinónimo de ser malvada... entonces si es así ¿por qué la protagonista se empeña en ser bella? ¿Por qué siente que siendo bella va a alcanzar la aceptación, el éxito y el amor? Si tanto cree que la belleza es mala, pues entonces debería permanecer fea de principio a fin ¿no creen?

Número tres. Antes las adolescentes se identificaban con los personajes de las mujeres feas. Recuerdo que hasta hace algunos años había un concurso de encontrar la doble de Bety la Fea. Ahora, con la novela de Atrévete a Soñar... ¿que personaje es el más imitado?

Claro... el de Antonella (la mala y guapa de la historia). Las niñas van imitándola por ahí, copiando su vestimenta, su forma de hablar, de caminar, de maquillarse. La canción de las divinas es más coreada en las fiestas infantiles que la del mundo de caramelo (que es la que canta Patito). ¿Será acaso que las nuevas generaciones se identifican más con las mujeres seguras de sí mismas, guapas y audaces, aun y cuando sean villanas?

Así que ojo, hay que mirar objetivamente estas historias. Ser bonita no es malo. Por ser bonita no te vas a convertir en la mala de la historia. Pero sólo eres bonita si te sientes bonita. Ni el mejor vestido te hará verte hermosa si no te lo crees tu misma. Usar lentes no te va a restar belleza, pero si te sientes mal, existen los de contacto o incluso la cirugía láser.

Así que has todo por ti, no por complacer a nadie, no por ganar el afecto de algún chico o la aceptación de un grupo. Ponte a dieta, has ejercicio, ve a un spa o a un salón de belleza ¡consiéntete! ¡Amáte!

Nunca es tarde para empezar.

sábado, 10 de octubre de 2009

Cuidado con lo que deseas


Supongamos que tenemos una lámpara de Aladino y que todo lo que pensemos, se va a hacer realidad. Pero el genio de la lámpara no distingue entre el sí y el no. Y el genio es muy rápido, a la velocidad de la luz concede el deseo.

Entonces, se nos ocurre decir, por ejemplo.... deseo no quedarme sola....

y ¡bam! ¿que ocurrió?

el genio lo único que entendió fue "Deseo.... quedarme sola"

Bueno, pues eso fue lo que pasó el sábado pasado, aún y a sabiendas de que no debo formular mis deseos en esa manera, lo formulé así y eso fue lo que ocurrió.

La mente es un arma que dispara pensamientos. Y los pensamientos pueden "matar" buenas intenciones. Así que hay que ser muy cuidadosos con lo que pensamos.

Las personas religiosas (no hablo de alguna religión en particular, sólo las que creen fervientemente en Dios) aprenden un manejo de pensamientos acogiéndose en Dios. A través de la oración meditada y bien hecha, ponen todos sus problemas y sus
cargas en Él. Se deshacen de sus miedos y reciben paz. Esa paz, los lleva a un estado en donde visualizan la mejoría de su situación (en pocas palabras, el milagro obtenido). Todo este proceso se llama FE. Y con fe, se obtiene el resultado.

La Fe negativa (el miedo, la duda, la depresión) también es poderosa, pero atrae precisamente lo que tememos u odiamos.

Para las personas como yo, que todavía andamos en pañales con eso de la Ley de la Atracción y todo eso, hay un ejercicio simple para eliminar los pensamientos negativos: la meditación. Precisamente lo practiqué el domingo, (después de una fallida reunión que organicé y que no quiero volver a comentar).

Me encerré en una recámara, encendiendo únicamente una lámpara. Abrí la ventana para que entrara aire fresco y puse música suave, de sonidos de agua. Luego dejé que cada pensamiento fluyera, se diluyera. Algunos eran bastante amargos y tristes, pero dejé que se desvanecieran. Mi cuerpo se relajó. Me preocupé si alguien podría interrumpirme, pero también ese pensamiento dejé que se desvaneciera.

Tardé buen rato, yo creo que como casi media hora. Al final, digamos que quedé como hoja en blanco. Lista para iniciar la semana.

Ayer, oooootra vez apareció Rocío Hyde... (jaja, chin, ¿por que no se va de una vez por todas?) y lo que hice fue primero hacer ejercicio en el gimnasio hasta descargarle la energía, y después, fui a un jardín y miré en silencio el césped, los árboles y los arbustos y una alberca llena de agua pero que estaba sola. De nuevo, concentrarme en lo que veía y no prestar atención a esa bola de pensamientos que disparaba mi cerebro. El día estaba rico, nublado, fresco y no se escuchaba ningún ruido de tráfico, sino solo las gotas de lluvia que caían en el agua de la alberca y los pájaros.

Regresé a mi casa. El trayecto fue muy largo, y como me cansé de escuchar música pop y sin sentido o esa música grupera depresiva, mejor sintonicé una estación de música clásica (la de Opus 102 FM).

Vamos, creo que mi mente o Rocío Hyde es como un caballo que hay que domar. Pero no a base de azotes, porque se pone peor, sino más bien, haciéndola callar. Una vez que consiga disciplinarla me será más facil avanzar.