domingo, 28 de diciembre de 2014

Por qué "Yo soy Betty la Fea" tuvo tanto éxito

A principios de la década del 2000 una telenovela colombiana rompió todos los esquemas y se convirtió en un éxito mundial. Se trata de la telenovela "Yo soy Betty la Fea". 

Yo la empecé a ver por casualidad, en una de esas veces que estaba cambiando de canal y la sintonicé en Galavisión, con una pobre señal de recepción. Me llamó la atención la trama chusca y la manera de hablar de los personajes, así que empecé a verla más seguido, hasta que un día, toda mi familia incluyendo a mi papá, hermanos, primos y tíos no nos perdíamos ni un solo capítulo. Era una novela de comedia, como pocas, y eso sí, con sus dosis de drama.

Pero ¿cuál fue la fórmula de éxito de esta historia? Es fácil: tener una protagonista fea. Sí, aunque suene ilógico, pero el hecho de que la heroína fuera una mujer poco agraciada hizo que todas las mujeres del mundo se sintieran identificadas. Porque seamos sinceras, creo que la mayoría de las mujeres no nos identificamos con las modelos de revistas, esas mujeres desmpampanantes, bellas y delgadas como las angelitas de Victoria's Secrets. No. La mayoría somos mujeres de pueblo, que no tenemos cuerpos perfectos, que no tenemos ropa ni zapatos de lujo ni usamos maquillaje profesional. La mayoría somos mujeres que trabajamos, que pasamos horas encerradas en oficinas, entre papeles, computadoras, llamadas telefónicas, jefes demandantes y chismes de compañeros. En las oficinas no existe el glamour, existe la presión por sacar adelante el trabajo y cumplir las metas que imponen los directivos, los largos horarios que nos impiden socializar, el cansancio de regresar a casa día a día, entre responsabilidades y cuentas por pagar. A veces, eso sí, tenemos una fiesta, de esas que organizan  los mismos compañeros de trabajo los cuales se convierten en una segunda familia, pero no pasa de ahí. No vivimos en ese mundo de glamour ni cocteles ni somos socialités.

Entonces llega de repente una novela donde la protagonista puede ser cualquiera de nosotras pues todas nos sentimos como Betty, podemos meternos en  sus zapatos y vivir lo que vive ella. Y si a eso añadimos que predomina la fantasía de enamorarnos del guapo jefe que cree en nuestras capacidades con una fe ciega, entonces tienes la receta perfecta para un éxito telenovelero.

No se trata de la gastada fórmula de la sirvienta pobre e ignorante que se enamora del rico, porque Betty no es ninguna sirvienta, es una profesionista con licenciatura y doctorado que sabe varios idiomas. Tampoco estamos en presencia de una mujer dejada que permite que la minimicen, porque a pesar de sus inseguridades, Betty siempre devuelve los insultos con respuestas inteligentes y sagaces, con un sarcasmo fino que deja a sus contrincantes y enemigos sin palabras, demostrando que no se necesita poner al tú por tú usando lenguaje vulgar y gritando como verdulera, sino más bien usando la inteligencia y firmeza en sus palabras.

Y el último secreto para el éxito de esta historia, fue el hecho de que el galán se enamorara de ella así como era de fea, la aceptó con todos sus defectos y sus virtudes y a los ojos de él, la veía hermosa. Si bien es cierto que casi al final de la trama Betty mejora su apariencia y saca la belleza que tenía escondida, no lo hizo para complacer a un hombre, lo hizo para demostrarse a sí misma que puede ser  algo mejor. Y para cuando lo hizo ya no era necesario, puesto que Armando ya la amaba desde antes, cosa que también todas las mujeres soñamos, un hombre que nos ame a pesar de nuestros kilos de más, o de la celulitis, o de tener los dientes chuecos, o usar lentes, o lo que sea.

Por eso esta novela cautivó los corazones de todos, incluyendo de los hombres, pues no conozco hasta la fecha hombre alguno que después de ver esta telenovela, no se haya convertido en un fan incondicional de Betty.

martes, 23 de diciembre de 2014

Ser como grinch

Cuando somos niños, las fiestas navideñas y de fin de año nos encantan, no solamente por los juguetes y los dulces, sino porque nos emociona todas las posibilidades que encierra el año nuevo. Todo es un terreno inexplorado, lleno de sueños y oportunidades, estamos deseosos de recorrer el mundo para ver qué nos depara.

Pero llegada la edad adulta, cuando ya no recibimos regalos sino más bien los compramos, empezamos a sentir desencanto, y algunas personas se autodeclaran grinch (y en casos peores, hasta se suicidan). Sobre todo las personas que no tenemos hijos. Quizá se deba a que vemos el año transcurrido con desencanto, nos sentimos que no cumplimos las metas y las expectativas que nos propusimos, como bajar de peso, encontrar pareja, o conseguir un mejor empleo. El panorama se nos muestra lleno de incertidumbre y de temores. El temor a otra vez quedarse solo, a no tener dinero o no ser lo suficientemente bueno como pretendíamos ser.

Hago distinción con respecto a los que tienen hijos, porque los niños inyectan otra vez esa dosis de magia e inocencia a la vida de los adultos. Los papás vuelven a ser como niños al lado de sus hijos, y hasta disfrutan las fiestas a través de los ojos de ellos.

En cambio la gente adulta que no tenemos hijos tendemos a ser un poco pesimistas. Nos abruma que la gama de posibilidades se va cerrando, que todo mundo te dice que eres un año más viejo, que vas a batallar más para todo.

Así que no sé, me gustaría que por lo menos que el año que venga ahora sí ya sea mi año, lleno de sorpresas y que en el siguiente diciembre yo les pueda contar las grandes cosas que me sucedieron, en lugar de ser como una Grinch más.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Reseña película Interestelar

A petición de un amigo mío, haré una reseña de la película Interestelar, pero incluiré algunos spoilers así que si no la han visto y no desean saber de que se trata, pues no continúen leyendo. Pero si ya la vieron y quieren conocer mi opinión, ahí les va.

Interestelar es una película de astronautas muy al estilo de Armagedon: un hombre que no tiene nada que ver con el espacio pero que por alguna razón, se tiene que montar en un cohete y lanzarse hacia allá, o como le dicen algunos blogueros: un vaquero galáctico. Y básicamente así es, un hombre granjero, en un futuro aparentemente no muy lejano, ve día a día cómo la Tierra se va muriendo. Las plagas azotan los cultivos, hay fuertes sequías, frecuentemente hay tormentas de arena que van acabando con la salud de los habitantes del planeta... Y por alguna razón, ya se acabaron las guerras y el único objetivo de la población es sobrevivir, porque ya ni siquiera aspiran a estudiar una profesión. La educación se volvió algo en lo que no se invierte y se desmotiva a los niños a que ya no estudien la universidad y se conviertan en granjeros.

Pero hay una niña, inteligente y suspicaz, que recibe misteriosos mensajes en su cuarto, que más bien son coordenadas y convence a su padre de ir hacia allá, descubriendo que es una base espacial de la "extinta" NASA.

Y ahí prácticamente empieza la aventura, pues el padre de la niña, quien resulta que era un piloto retirado, y lo convencen de cruzar un agujero de gusano para explorar 3 planetas donde podria mudarse la especie humana y comenzar una nueva civilización...

En fin, aquí van mi opinión. La película me gustó a partir de ese momento, donde viajan al espacio. Además me pareció muy interesante que incorporaran en el guión conceptos de física y la relatividad. Hasta ese momento no me había quedado muy en claro la teoría de la relatividad y de que el tiempo es una cuarta dimensión.

Obviamente, es toda una aventura viajar el espacio y recorrer mundos desconocidos pero también es muy difícil dejar a los seres queridos atrás. Por querer salvar un planeta, el astronauta abandona a su familia y se pierde el crecimiento de sus hijos, ellos prácticamente quedan huérfanos. Saber que mientras él vive una hora en un planeta, en la Tierra equivalen a 7 años ese fue el momento más estrujante de la cinta.

Y en cierta manera, ese tipo de situaciones existen. Por ejemplo los migrantes, que abandonan a su familia para ir en busca del sueño americano y se pierden los mejores años de sus hijos... es la misma situación, aunque diferente contexto.

Pero volviendo al tema del espacio... algo que nunca he entendido es por qué la NASA invierte tantos millones de dólares en colonizar un planeta pero mientras tanto estamos descuidando y maltratando el nuestro. Día a día se extinguen especies de animales y contaminamos más el agua, el aire y la tierra, que no le tenemos compasión a este mundo que al final de cuentas es la única casa que tenemos.

Y si colonizáramos otro planeta... nuestra genética cambiaría. Los humanos evolucionarían para adaptarse a esas condiciones climáticas y gravitatorias. ¿no?

¿Qué pasará el día que los humanos abandonemos la Tierra para vivir en otro planeta? Quizá sentiríamos una especie de nostalgia, de melancolía. El saber que un ciclo terminó. Como cuando te mudas de una casa en la que viviste muchos años, casi toda tu vida, y se queda vacía de objetos, pero llena de recuerdos. El llevar a tus hijos a un lugar nuevo sabiendo que no recordarán nada del anterior... Debe ser algo difícil despedirse, no sé.

Por lo pronto, la película Interestelar me deja muchas preguntas sobre el valor del tiempo y de la vida en sí.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Chespirito

Se murió Chespirito...

Y de inmediato se vienen las opiniones encontradas. Unos le lloran y otros le odian. Los que le lloran es porque lo consideraban un gran comediante que logró traspasar las fronteras del país y convertirse en todo un ícono de la televisión mexicana. Los que le odian, por el contenido de sus programas, que alegan que idiotizaron a una generación entera.

Ambas posturas están equivocadas.

Chespirito fue una persona que ejecutó un trabajo: Ser actor, director y guionista. Es todo. No fue un héroe nacional. No fue un líder de opinión. Solo laboró en el mundo del espectáculo y eso no lo convierte en un dios. Lo convierte en un ser humano que hizo lo que hizo por gusto, por dinero, por fama y por qué no, por vocación.

¿Y por qué fue famoso? La misma pregunta debemos plantearla con otras celebridades, como María Felix y Pedro Infante. Estos personajes, también tan queridos y llorados por el pueblo, triunfaron porque tuvieron la oportunidad de destacar. Estuvieron en el momento correcto, con las personas correctas. Ahorita mismo podríamos tener grandes comediantes entre nosotros, pero para esos jóvenes talentos acceder a la televisión es muy difícil y probablemente nunca los llegaremos a conocer y morirán en el anonimato. Pero a Chespirito le tocó la suerte de ser uno de los pocos que se aventuraban en ese oficio en aquellos años 60, 70 y 80 y parte de los 90's, cuando no había tanta competencia y la atención del televidente no estaba tan dispersa entre tantas opciones de diversión como ahora.

Pero los detractores dirán que Chespirito promovía estereotipos sociales y el bullying.  Tomemos como ejemplo el Chavo del 8. A Ñoño el niño gordo hijo del Sr. Barriga, se burlaban de él por su sobrepeso. De Kiko se burlaban por ser "hijo de mami". De la Bruja del 71 se reían de ella por ser solterona y vieja. La Chilindrina era una niña manipuladora y chantajista y entre ella y el Chavo molestaban y hostigaban a todos los de la vecindad, pero el Chavo siempre se salvaba del castigo apelando a su pobreza y a la lástima. Los personajes de la vecindad se sentían orgullosos de "ser pobres pero honrados" y al Sr. Barriga lo consideraban un villano, por el simple hecho de ir a cobrarles la renta, siendo que el señor estaba en su justo derecho al ser el propietario de la vecindad. ¿O a poco ustedes les gustaría rentar una casa y que su inquilino se niegue a pagarles?

Vemos pues que esto se repite con las rutinas de "El chompiras" otro personaje de Chespirito, un ladrón de poca monta. Siempre se salvaba de la cárcel y consideraba al Licenciado o Juez como un ser vil y mezquino, por el simple hecho de juzgar su delito. En pocas palabras, a los personajes pobres se les consideraba víctimas y a los ricos o letrados se les consideraba villanos.

Entonces ¿Los programas de Chespirito aportaron algo a los valores nacionales? Pues no, tampoco. Chespirito vendió la comedia del pastelazo, igual que lo hizo Chaplin. El éxito de Chespirito se basó en varios factores: un grupo de actores que embonaban como las piezas de un reloj y guiones limpios, de comedia blanca. Porque admitámoslo, hacer reír con comedia blanca es muy difícil, tanto que en la actualidad ningún comediante mexicano lo consigue, pues todos, desde Eugenio Derbez hasta Polo Polo, recurren al albur y al doble sentido. Y no hablemos de algunos comediantes nacidos en la cuna del Youtube que recurren a las majaderías, a chistes escatológicos y malas palabras. Así que podría decirse que uno de los aciertos de Chespirito es que hizo comedia blanca inteligente.