sábado, 13 de octubre de 2012

Involución: La nueva ciencia ficción

Desde la revolución industrial, y especialmente, después de la Segunda Guerra Mundial, han surgido escritores que han desarrollado historias basadas en un futuro en donde impera la tecnología, y cómo ésta devora al hombre, convirtiéndolo en un ser aislado, carente de valores, pero en un ambiente hedonista, donde depende al 100% de las máquinas y placeres artificales. El protagonista de estas historias, generalmente es un ser renegado, que se rebela ya sea al autoritarismo, y desafía esa cultura donde las máquinas (llámense robots o inteligente artificial o computadoras) dominan.

En esas historias, el hombre ya ha dominado el espacio, convive con robots que hacen todo por él, y la tecnología es tan avanzada, que sólo existe en la imaginación.

Con el paso del tiempo, muchas de estas historias no sólo se han vuelto realidad, sino incluso, hasta obsoletas. Los adelantos que describía Julio Verne, ya existen como parte de nuestra realidad cotidiana. La cultura donde se da prioridad a la juventud, al placer a base de medicamentos, como pregonaba Aldous Huxley, ya es un hecho que vemos normal en nuestros días. Los robots descritos por Isaac Asimov poco a poco van incorporándose en nuestro medio de trabajo y nuestro hogar.

Así que ¿qué viene después?

Para los escritores contemporáneos, viene lo contrario. Una involución. Al menos eso se está comenzando a plantear en películas como "Soy Leyenda", o una serie nueva llamada "Revolutions". Donde en ambas impera una sola cosa: sobrevivir.

¿Qué pasaría si cayeran los gobiernos y potencias mundiales, y naciera un nuevo orden político? ¿Qué pasaría si destruyéramos la naturaleza, al grado que el planeta cambie radicalmente, reclame su equilibrio y sobrevengan catástrofes, dejándonos a merced de los elementos como el agua y el fuego, o los animales salvajes?

Eso me hace pensar, que el mundo como lo conocemos, ya no existiría. Imagínense despertar, y que ya no haya energía eléctrica, imagínense que los satélites no funcionan. Que se agota la gasolina, que ya no hay medios de transporte que no sean de tracción animal. Muchas profesiones dejarían de tener sentido. Los que se dedican a la informática, los que trabajan en el radio y la televisión, la banca... La industria farmacéutica colapsaría, la industria alimentaria retornaría a viejas prácticas de procesamiento y almacenamiento de alimentos. Los que se dedican al arte y la moda, no tendrían ningún sentido. Repuntarían, eso sí, los campesinos, los ganaderos, los guerreros. Sería una sociedad medieval, con nostalgia hacia un pasado tecnológico.

Así que eso es otra premisa que se maneja en la literatura y el cine acerca del futuro. ¿Qué nos espera entonces?