martes, 30 de agosto de 2011
El efecto Pavlov y los fritos
Entre 1890 y 1900 un científico llamado Pavlov hizo un experimento, en el cual cada vez que sonaba una campana, le daba de comer a unos perros. Repitió la misma rutina por varios días, hasta que un día descubrió que con el simple hecho de sonar la campana, los perros salivaban, aún y cuando ya no hubiera plato de comida. Concluyó que habían adquirido un reflejo condicional, es decir, respuesta a un estímulo, creando las bases del conductismo.
Pero ya fue mucho rollo científico. Yo lo que quería hablar es qué fregaos tienen los fritos, que cada vez que alguien abre una bolsa, todos empezamos a salivar y decimos “Dame”. O a veces, cuando alguien frota una bolsa de celofán (aunque no sea de fritos) salivamos, volteamos y buscamos quién está comiendo.
¿Será que Sabritas y los Fritos nos entrenaron con el método de Pavlov?