El otro día, después de la hora de la comida, salimos un rato afuera. Un compañero sacó un cajetilla para fumarse un cigarro, y exclamó: “¡Oh, no! Otra vez me tocó la de la rata.”
Le pregunté a qué se refería.
Y es que en México, por ley, todas las cajetillas de cigarros contienen imágenes perturbadoras para hacer desistir a los fumadores. La imagen de la rata muerta es una de ellas.
Tomé la cajetilla, y vi que además de la foto, venía una advertencia con letras grandes que decía: Este producto contiene CIANURO. Utilizado como RATICIDA.
“¿Entonces estás fumando cianuro?”
“Naaa”. Dijo mi compañero. “A la otra pido la cajetilla del bebé llorando.”
Concluí que el ser humano es el único animal que le gusta ingerir venenos.