domingo, 20 de abril de 2014

Posesionarios

Por la avenida Alfonso Reyes, poco antes de llegar a Lázaro Cárdenas, en una loma hay un conjunto de edificios de departamentos en obra negra. Lo que parecía ser un proyecto muy ambicioso quedó inconcluso desde hace más de veinte años. Las causas por las que fueron abandonados las desconozco. Pudo haber sido alguna suspensión del municipio por no cumplir los reglamentos de construcción. Pudo haber sido por la crisis económica de los años noventas. En fin. El punto es que en la actualidad estos departamentos ya están ocupados por posesionarios, quienes ya los adecuaron como viviendas, sin importar que estén en obra negra. Incluso ya les conectaron electricidad.

El tema de los posesionarios siempre ha sido un tema incómodo, del que todas las autoridades se hacen de la vista gorda. Gente pobre que carece de vivienda y deciden plantarse en terrenos o casas ajenos y de ahí nadie los saca. Son "protegidos" por líderes quienes luego exigen al gobierno se les proporcione todas las comodidades como agua, luz, gas, pavimentación, drenaje, etcétera. El fenómeno de los posesionarios obedece a muchos motivos, puede ser el fracaso del capitalismo como modelo económico, pues la brecha entre pobres y ricos es cada vez más ancha. Al haber tanta pobreza es lógico que esta gente se agarre a la brava de terrenos que no son suyos. También puede ser la laxitud de las autoridades de tomar cartas en el asunto. También la ambición desmedida de los empresarios que a veces caen en un propio abismo pues no logran concluir los proyectos que tenían contemplados.

Pero el máximo ícono del fenómeno de los posesionarios lo vemos en Venezuela con la Torre de David. El nombre de esta torre no tiene nada que ver con lo religioso, sino que es llamada así en honor de su antiguo dueño el banquero David Brillembourg. Este señor en los años noventa concibió esta obra, un rascacielos de cuarenta y cinco pisos, para ser un centro financiero en el pleno corazón de Caracas, pero debido a las crisis económica y al colapso financiero la obra quedó inconclusa y abandonada. Sin embargo en el 2007 las familias pobres que venían de los ranchos comenzaron a habitarla. Hugo Chávez se hizo de la vista gorda y nunca desalojó a esas familias, de tal manera que en la actualidad 3000 personas viven ahí.

Una paradoja entre la pobreza y la riqueza.

Si les interesa ver más fotos del interior del edificio lo pueden ver aquí.