viernes, 7 de julio de 2017

Casi me atropellan

El otro día, iba caminando por una banqueta que está en la Avenida Alfonso Reyes, entre Río Pánuco y Eugenio Garza Sada. Era sábado, la 1 de la tarde. El tráfico en ese tramo estaba insufrible, sobre todo porque después del paso a desnivel que construyeron, solamente dejaron dos carriles para todos aquellos que se quieren incorporar a la Avenida Eugenio Garza Sada y de inmediato se hace un cuello de botella que se extiende por lo menos un kilómetro (démosle gracias al gobierno por tan brillante obra pública).

A eso hay que sumar que la dichosa "banqueta" en realidad es una rampa de estacionamiento que abarca toda la cuadra. Rampa que utilizan  el Casino Winland, el bar Roots y la agencia de autos Hyundai. O sea, que prácticamente ahí no existe banqueta pues está a nivel de calle. Otra vez démosle gracias al gobierno por haberles dado permiso de desaparecer la banqueta para favorecer esos negocios y fregar a los peatones.

Total, que les decía que iba caminando por esa banqueta, cuando de repente, los conductores perdieron la paciencia y la cordura (algo muy común en esta ciudad) y les dio por circular a toda velocidad encima de la banqueta para sacarle vuelta al embotellamiento. Les valió madre que hubiera caminando gente por ahí. Dos veces me estuvieron a punto de atropellar. Dos veces. De nada sirvió que yo les agitara los brazos para hacerles notar que yo estaba ahí. No. Ellos estaban cegados de la ira porque el tráfico no avanzaba, así que decidieron imponer su ley y circular por la banqueta.

Cuando el segundo carro estuvo a centímetros de atropellarme yo le grité "¿Por qué se sube a la banqueta?"

Claro que el fulano se burló de mí.

Así es la vida en Monterrey. La gente no tiene respeto por nadie. 




miércoles, 5 de julio de 2017

Pastillas para adelgazar

Hace unos días se murió en Monterrey una señora de 24 años que tomó unas pastillas para adelgazar llamadas "Avitia Cobrax". Le dio muerte cerebral y falleció.

Las redes sociales empezaron a burlarse de la tragedia, diciendo que eso le pasaba por vanidosa. Otras en cambio daban consejos no pedidos como "solo se adelgaza con dieta y ejercicio".

Pero bueno, estoy de acuerdo que la mujer cometió un error al tomar esas pastillas sin consultarlo antes con un médico, y que además viendo las fotos no estaba tan gorda que digamos.

Sin embargo, la misma sociedad nos educa desde niñas a no estar satisfechas con nuestro cuerpo. Recuerdo por ejemplo, que yo tenía como 13 años, aún jugaba con muñecas y al basketball, y no faltaba la niña que me dijera que me tenía que empezar a depilar las piernas porque ya me veía peluda.

Luego recuerdo que en la prepa y buena parte de la facultad yo iba sin maquillaje a clases, y no faltaba la amiga que me dijera que me debería maquillar. (Yo la verdad no le veía el caso a maquillarse si mi cara era perfecta, ni siquiera tenía espinillas, pero bueno, así son las mujeres...).

Después en la vida adulta, no faltan las personas que te dicen que algo anda mal con tu cuerpo.

"Deberías plancharte el pelo"
"Deberías usar lentes de contacto"
"Deberías pintarte el pelo de rubio"
"Deberías usar pestañas postizas".

Y obviamente, el tema del peso también se toca. Pero no te lo dicen así tal cual como "deberías adelgazar" (entre mujeres es un crimen de lesa humanidad decirse "gorda"). Pero te lo dan a entender diciéndote un millón de consejos no pedidos. "Yo conozco a una nutriologa buenisima", "¿Ya probaste la dieta de la zona?", "Dicen que estas pastillas te adelgazan de volada", "Yo estoy tomando esta fibra y te baja el abdomen", y así una y otra vez.

Por otra parte, las tiendas se encargan de recordarnos que nuestro cuerpo no es bonito, vendiéndote maquillaje o poniendo ropa super pequeña que no te entra ni por un brazo, y al final terminas sintiéndote gorda, fea y miserable.

Y bueno, yo también caí en la farsa de las pastillas pero no esas que tomó esa mujer, sino otras, de las que nunca supe el nombre pero creo que son las llamadas Redotex.

La razón por la que las empecé a tomar, no fue por vanidad. De veras yo tenía sobrepeso y fui con un "nutriólogo" (lo pongo entre comillas porque en realidad no lo era).  Me dio una dieta que básicamente consistía en eliminar todos los carbohidratos y solo permitía carnes y verduras. Además, dentro del kit venía unas pastillas blancas y unas cápsulas. Las vendía sueltas, en bolsitas de plástico, y con la dosis justa para la semana. Decía que él no cobraba la consulta, que lo único que cobraba era las pastillas. (Treta que últimamente usan los nutriólogos y seudonutriólogos para encasquetarte un montón de suplementos y pastillas).

Total, que las empecé a tomar y noté el cambio de inmediato. Bajé esos fastidiosos kilos que no había podido conseguir rebajar ni con dietas ni ejercicio. Me llamó la atención que en la semana siguiente, me hiciera una serie de preguntas raras: "¿No sentiste mareos, escalofríos, naúseas, dolor de estómago, malestar?"

Yo respondí que no, que realmente me sentía bien. Pero como me hacía la misma pregunta cada semana, entonces ya me dio mala espina. Empecé a investigar en Internet sobre esas pastillas, que no tenían ni siquiera marca ni empaque porque me las vendía sueltas, como dealer. Por fin di con la marca. Eran Redotex. Y al leer los efectos secundarios, decía todos esos síntomas que él me preguntaba.

Entonces las dejé de tomar. No quería enfermarme del hígado o de otra cosa por andar tomando eso.

Pero oh sorpresa, apenas las dejé y vino el efecto rebote. Así que todo lo que gasté en ese tiempo fue dinero tirado a la basura.

Pero al menos tuve suerte y no me pasó lo mismo que a la chica que les comentaba al inicio de este post.

Sin embargo, a todos los que la critican, creo que antes que nada hay que tomar que a veces la dieta y el ejercicio no son suficientes, porque nos toca malos nutriólogos que en su afán de vender productos se olvidan que lo más importante es la alimentación en si, y confunden al paciente satanizando ciertos alimentos y vendiéndole pastillas o suplementos que cuestan carísimos.


lunes, 3 de julio de 2017

ASMR

Una vez cuando trabajaba en una empresa, me tocó atender a una auditora del SAT. La llevé a la sala de juntas mientras esperábamos a mi jefe. Ella sacó su computadora portátil y empezó a llenar algunos datos, al mismo tiempo que me hacía algunas preguntas. De pronto, no sé por qué, empecé a sentir como "cosquillas" en el cerebro y una relajación tal que me provocaba sueño. Tal vez fue por el sonido del teclado en un área tan silenciosa como lo era la sala de juntas, pero sobre todo, porque la voz de esta auditora era muy suave, casi como susurros. Y ciertas letras las pronunciaba con énfasis como "t", "p", "k".

Nunca supe por qué me sentí así, (especialmente porque el motivo por el que venía no era para nada banal, ¡era una auditoría!). No entendí por qué sentía tanto sueño si la situación ameritaba estar en alerta.

Y así quedó, como una anécdota más. Hasta a principios de este año que viendo videos por YouTube, un vlogero confesó ser adicto a los videos de ASMR para dormir, ya que él sufría insomnio crónico. Como yo también tenía insomnio, tecleé esa palabra y oh sorpresa, descubrí cientos de canales que se dedicaban al ASMR, en todos los idiomas.

Exploré algunos de ellos y por fin entendí de qué se trataba. Según Wikipeida, el ASMR  (Autonomous Sensory Meridian Response:Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma’ en inglés) es un neologismo que hace referencia a un fenómeno biológico caracterizado por una placentera sensación que provoca calidez y relajación, y que en ocasiones puede estar acompañado de cierto hormigueo que se siente usualmente en la cabeza, cuero cabelludo o regiones periféricas del cuerpo como respuesta a varios estímulos visuales y auditivos.

En esta clase de videos, los youtubers hablan en susurros y hacen chasquidos o ruiditos suaves como golpear alguna superficie con las uñas o agitar una botella de agua o lanzar spray. El objetivo es simplemente relajar al espectador y en algunos casos, inducir al sueño.

Fue ahí cuando comprendí que lo que me pasó en la auditoría era ASMR. Y recordé otras situaciones en las que también he sentido esa sensación, especialmente cuando el tono de voz de mi interlocutor es tan suave que parece un susurro.

He visto varios videos de ASMR, y no todos me gustan. No me gustan por ejemplo los que hacen ruidos de masticar. Tampoco me gustan los que hacen "limpiezas de oído", esos no me relajan para nada, al contrario, me ponen tensa.

Pero los que me gustan mucho son los de maquillajes y aquellos donde la persona simplemente platica. Aquí les dejo tres ligas de tres youtubers de ASMR que sigo regularmente.