Según las noticias, la mayoría de las vacantes que se ofrecen a los universitarios ofrecen un sueldo en promedio de 10,000 pesos mensuales. Sólo un 10% de las vacantes ofrecen un sueldo superior a los 50,000 pesos.
Este es el panorama al que se enfrentan no solo los recién egresados, sino todos los profesionistas en general. Un poco desalentador ya que precisamente se estudia una carrera universitaria para lograr un mejor nivel de vida.
Sin embargo, esta vez no voy a echarle al gobierno ni a los empresarios, pues eso no soluciona nada. Hoy voy a abordar este problema desde una óptica distinta.
Efectivamente, los sueldos que se ofrecen en Nuevo León son muy bajos. (Y en el resto de los estados de la República ni se diga, están más bajos aún). No obstante, hay que aprender a usar nuestros conocimientos universitarios para sacarles provecho.
Una opción fácil: hay que gastar menos. Los regios estamos acostumbrados a gastar en frivolidades, porque queremos aparentar un status social elevado. ¿Qué tanto de lo que compramos realmente necesitamos? Por ejemplo, ese café de 50 pesos que compramos en Starbucks podemos prescindir de él. También podemos dejar de pagar esos planes tarifarios de celular o nextel y acostumbrarnos a comprar tarjetas de prepago y hacer llamadas breves. O dejar de gastar en ropa y zapatos de marca, y comprar solamente lo que necesitamos para el diario. Dejar de usar la tarjeta de crédito y no engancharnos con compras en abonos. Dejar de pagar el gimnasio y salir a correr o caminar. Bueno, hay varias opciones. Sí, ya sé que algunos protestarán y dirán que merecen darse sus lujos, pero admitámoslo, eso de "darnos lujos" es engañarnos a nosotros mismos. Se trata de economizar, para que rinda el dinero.
Ahora bien, si ya estudiamos una carrera ¿por qué no sacarle provecho? Trabajar por nuestra cuenta, aparte de nuestro trabajo fijo, hacer "chambitas", como prestar algún servicio profesional o vender algún producto casero. La ventaja es que nosotros los universitarios ya sabemos cómo movernos. Ya sabemos cómo está el mercado, qué autoridades gubernamentales hay que acudir, cómo sacar un préstamo bancario, etc. Si hacemos todo eso para los dueños de las empresas para las que trabajamos ¿por qué no somos capaces de hacerlo para nosotros mismos?
Otra opción es invertir y ahorrar. Y no, no me refiero a que te enganches con un crédito hipotecario a quince o veinte años, porque en realidad estarías adquiriendo una deuda. Me refiero a que realmente inviertas. Puede ser en un fondo de pensiones o una cuenta bancaria.
Y si tienes la manera de crear una pequeña empresa ¿por qué no hacerla? Así podrías hacer deducibles muchos gastos que normalmente no podrías hacerlo como persona física.
Sé que no estoy descubriendo el hilo negro, pero al menos esto podría marcar la diferencia en que esos diez mil pesos de sueldo te rindan más.
Este es el panorama al que se enfrentan no solo los recién egresados, sino todos los profesionistas en general. Un poco desalentador ya que precisamente se estudia una carrera universitaria para lograr un mejor nivel de vida.
Sin embargo, esta vez no voy a echarle al gobierno ni a los empresarios, pues eso no soluciona nada. Hoy voy a abordar este problema desde una óptica distinta.
Efectivamente, los sueldos que se ofrecen en Nuevo León son muy bajos. (Y en el resto de los estados de la República ni se diga, están más bajos aún). No obstante, hay que aprender a usar nuestros conocimientos universitarios para sacarles provecho.
Una opción fácil: hay que gastar menos. Los regios estamos acostumbrados a gastar en frivolidades, porque queremos aparentar un status social elevado. ¿Qué tanto de lo que compramos realmente necesitamos? Por ejemplo, ese café de 50 pesos que compramos en Starbucks podemos prescindir de él. También podemos dejar de pagar esos planes tarifarios de celular o nextel y acostumbrarnos a comprar tarjetas de prepago y hacer llamadas breves. O dejar de gastar en ropa y zapatos de marca, y comprar solamente lo que necesitamos para el diario. Dejar de usar la tarjeta de crédito y no engancharnos con compras en abonos. Dejar de pagar el gimnasio y salir a correr o caminar. Bueno, hay varias opciones. Sí, ya sé que algunos protestarán y dirán que merecen darse sus lujos, pero admitámoslo, eso de "darnos lujos" es engañarnos a nosotros mismos. Se trata de economizar, para que rinda el dinero.
Ahora bien, si ya estudiamos una carrera ¿por qué no sacarle provecho? Trabajar por nuestra cuenta, aparte de nuestro trabajo fijo, hacer "chambitas", como prestar algún servicio profesional o vender algún producto casero. La ventaja es que nosotros los universitarios ya sabemos cómo movernos. Ya sabemos cómo está el mercado, qué autoridades gubernamentales hay que acudir, cómo sacar un préstamo bancario, etc. Si hacemos todo eso para los dueños de las empresas para las que trabajamos ¿por qué no somos capaces de hacerlo para nosotros mismos?
Otra opción es invertir y ahorrar. Y no, no me refiero a que te enganches con un crédito hipotecario a quince o veinte años, porque en realidad estarías adquiriendo una deuda. Me refiero a que realmente inviertas. Puede ser en un fondo de pensiones o una cuenta bancaria.
Y si tienes la manera de crear una pequeña empresa ¿por qué no hacerla? Así podrías hacer deducibles muchos gastos que normalmente no podrías hacerlo como persona física.
Sé que no estoy descubriendo el hilo negro, pero al menos esto podría marcar la diferencia en que esos diez mil pesos de sueldo te rindan más.