En Monterrey hay un periódico de gran tradición, llamado "El Norte". En sus mejores tiempos, era el más leído de todo Nuevo León y gran parte del noreste de México. La calidad de redacción en sus noticias y artículos era bastante buena. La tipografía y distribución permitía una buena lectura. Sin embargo, de un tiempo para acá, el Norte ha ido mermando poco a poco su vocación periodística. Pueden ser muchos factores. La crisis económica, podría ser uno de ellos. Muchas secciones se han ido reduciendo o de plano desapareciendo. El tamaño del periódico en sí es ligeramente más pequeño, son menos hojas.
Pero creo que el principal problema tiene dos vertientes: la primera, que en nuestro país cada vez se lee menos. Y la segunda, que tienen que competir contra la noticia en tiempo real. Cada vez nos enteramos al instante de hechos casi al tiempo en que ocurren. Ejemplo de ello es la muerte del actor Paul Walker. Todos nos enteramos por medio de un portal de noticias en internet o porque alguien posteó la noticia en su Facebook o Twiter. Para un periódico, publicar una noticia ocurrida el día anterior ya no causa el mismo impacto que el que causaba antes.
Estos dos factores han golpeado mucho la industria periodística de El Norte, al grado de que ahora su vocación se ha vuelto más mercantilista: dedican la mayor parte de sus espacios a anuncios publicitarios. Es común, por ejemplo, ver la página central completa, a colores, anunciando ofertas de Soriana. O bien, usar la sección Gente para anunciar conciertos musicales y ofertas de farmacias. Secciones como Gadgets (antes llamada Interfase) se usan para promocionar y anunciar teléfonos y tablets. Ni se diga la sección dominical de Magazzine, en la cual solo hay páginas y páginas de anuncios de clínicas de liposucción y aumento de senos.
Hace poco El Norte modificó aún más su estructura. Ahora hay más fotografías y las notas son más breves y poco sustanciosas. Se centran en quejas contra el gobierno corrupto, o en la delincuencia. Puras malas noticias.
Lo que a El Norte le falta no es sacar la noticia minuto a minuto. Lo que le falta es periodismo de investigación. No tanto el Qué, sino el Por Qué de la noticia. Hay periódicos como el New York Times que sacan verdaderos reportajes, analizando hechos sociales, políticos, culturales y económicos, desmenuzando las causas, los por qués, entrevistando a las personas. Eso es lo que le falta a El Norte y a cualquier periódico de Monterrey, crear un periodismo diferente, que motive al lector a seguir leyendo, que lo lleve a la reflexión.
Pero creo que el principal problema tiene dos vertientes: la primera, que en nuestro país cada vez se lee menos. Y la segunda, que tienen que competir contra la noticia en tiempo real. Cada vez nos enteramos al instante de hechos casi al tiempo en que ocurren. Ejemplo de ello es la muerte del actor Paul Walker. Todos nos enteramos por medio de un portal de noticias en internet o porque alguien posteó la noticia en su Facebook o Twiter. Para un periódico, publicar una noticia ocurrida el día anterior ya no causa el mismo impacto que el que causaba antes.
Estos dos factores han golpeado mucho la industria periodística de El Norte, al grado de que ahora su vocación se ha vuelto más mercantilista: dedican la mayor parte de sus espacios a anuncios publicitarios. Es común, por ejemplo, ver la página central completa, a colores, anunciando ofertas de Soriana. O bien, usar la sección Gente para anunciar conciertos musicales y ofertas de farmacias. Secciones como Gadgets (antes llamada Interfase) se usan para promocionar y anunciar teléfonos y tablets. Ni se diga la sección dominical de Magazzine, en la cual solo hay páginas y páginas de anuncios de clínicas de liposucción y aumento de senos.
Hace poco El Norte modificó aún más su estructura. Ahora hay más fotografías y las notas son más breves y poco sustanciosas. Se centran en quejas contra el gobierno corrupto, o en la delincuencia. Puras malas noticias.
Lo que a El Norte le falta no es sacar la noticia minuto a minuto. Lo que le falta es periodismo de investigación. No tanto el Qué, sino el Por Qué de la noticia. Hay periódicos como el New York Times que sacan verdaderos reportajes, analizando hechos sociales, políticos, culturales y económicos, desmenuzando las causas, los por qués, entrevistando a las personas. Eso es lo que le falta a El Norte y a cualquier periódico de Monterrey, crear un periodismo diferente, que motive al lector a seguir leyendo, que lo lleve a la reflexión.