Cuando era niña, en los años 80's no había películas de princesas Disney. Cenicienta, Blancanieves y la Bella Durmiente eran películas de los años 50's, o sea, ya habían pasado más de 30 años sin que apareciera una princesa en Disney, y no existían las películas en video (eso salió mucho después). Mi única referencia de ellas era en los libros de cuentos.
En los 80's recuerdo que las películas de Disney eran de animalitos que hablaban. Los protagonistas eran ratones (Bernardo y Bianca), zorros y osos (Robin Hood), gatos (Oliver y su pandilla). Así que para mí, como niña, esas películas me resultaban aburridas. También detestaba su intensa carga dramática, eran películas muy lacrimógenas, a veces tocaban temas muy intensos que me provocaban un nudo en la garganta.
En pocas palabras, no me identificaba con ninguno de los personajes de Disney... hasta 1989 que apareció La Sirenita.
Cuando La Sirenita salió en el cine fue muy deslumbrante para mí. Era una princesa, era muy bonita, de ojos grandes y cabello rojo. Era divertida, audaz, cantaba bonito. Era la primera vez que yo podía ver una película en donde la protagonista era una mujer.
Sé que en la actualidad las figuras de las princesas son muy atacadas, que por perpetuar estereotipos de la sociedad patriarcal, pero imagínense a una niña en los 80's, que nunca había visto una película protagonizada por una chica, eso sí era un parteaguas para mí.
Pero lo mejor fue cuando se estrenó "La Bella y la Bestia". Desde que vi las primeras imágenes en una TV Guía, quedé fascinada. Recorté esos dibujos y los atesoré por mucho tiempo, y le rogué a mis papás que me llevaran a ver la película.
Fue una experiencia muy bonita, ir al cine y verla a todo color. Las canciones eran maravillosas, Bella además de bonita era inteligente, le gustaba leer igual que a mí, y la Bestia le regaló una enorme biblioteca repleta de libros. Esa película siempre ha sido mi favorita, quizá porque me evoca muchos recuerdos bonitos de cuando fui a verla en el cine.
Luego siguió Aladin, pero esta ya no era protagonizada por una chica, sino por un hombre.
Y después de ahí se acabaron las princesas. Disney empezó a producir películas más épicas, más sombrías. Ahí está El Jorobado de Notre Dame, o Pocahontas. Esas ya no me gustaron tanto. También produjo películas donde el protagonista era un hombre, por ejemplo, Hércules, Tarzan y Atlantis.
Y salvo una pequeña excepción con Mulan, Disney volvió a su patrón de películas de animalitos que hablan, o las de Pixar donde eran juguetes, o carros, etc.
Si se fijan, las princesas aparecen en muy pocas películas. La mayoría de los filmes de Disney han sido enfocadas más al mercado masculino.
A partir del 2009 otra vez se retomó la figura de las princesas, con "La princesa y el Sapo", "Enredados", "Valiente" y "Frozen".
Pero en estas dos últimas ya no se ve el amor de pareja, y las princesas son más aguerridas, prefieren actuar en solitario, sin ayuda de nadie.
No critico estas últimas cintas (de hecho, las he disfrutado). Sólo quiero hacer notar que aunque la figura de la "princesa Disney" es muy atacada en la actualidad, en realidad pocas veces han protagonizado películas.
Cada princesa ha reflejado los valores que se viven en ese momento. Las princesas actuales son del feminismo de la tercera ola, donde abogan más por la diversidad. Las princesas modernas son de otras razas, como Moana, o de otras orientaciones sexuales, como Elsa de Frozen.
Pero si me preguntan a mí, prefiero quedarme con Bella. Esa siempre será mi princesa favorita.