¿Por qué cuando habla un político, al final no recordamos ni siquiera qué dijo, y nos queda una sensación de que su discurso fue puro aire y nada en concreto?
Eso es porque usan palabras abstractas, vacías de contenido, pero eficaces para enlazar.
Si leemos esas palabras de manera aislada, no nos podemos imaginar ni entender absolutamente nada. Esto es porque en realidad no significan nada. Pero son palabras bonitas, elegantes, que dan a quien las pronuncia un halo de cultura y conocimiento, aún y cuando se trate de puras palabras huecas.
En 1981, la revista española "El Viejo Topo" publicó un juego que inventaron unos estudiantes polacos para divertirse y probar cómo los discursos políticos son tan superficiales y vacíos. Se trata de lo siguiente. Son cuatro columnas, que contienen una serie de palabras que pueden leerse en cualquier orden, y aunque parece "decir algo", en realidad no dice nada.
La mecánica es esta: Escoje una palabra de la primera columna, luego enlázala con otra de la segunda, luego elige otra de la tercera, y otra de la cuarta. Haz tus combinaciones favoritas. Y voilá! ya tienes listo tu discurso político para lanzarte en campaña, (chance con un poco de suerte, podrías ir a un debate del IFE).
Enjoy it!
nota: Tomado del libro "Taller de Escritura Creativa" de Marcela Guijosa y Berta Hiriart.