jueves, 16 de mayo de 2013

Entrevista en Vox.com.mx

Les comparto la entrevista que me hicieron para el portal de Vox.

Lector en las calles: El erotismo de un abrazo.


MONTERREY, Nuevo León. México. 16 de mayo 2013. Carlos CallesLos actores en la fotografía de la portada me parecieron sobreactuados, pero la imagen me comunicó un mensaje: un hombre vende abrazos, las mujeres lo contratan, algo en la mezcla sale mal, el hombre aprenderá una lección. No compré la novela. No traía dinero. Pero me aseguré de recordar el título: “El vendedor de abrazos”.
Días después conocí a la autora de esta novela romántico-erótica, Rocío Ramírez Castillo. La conocí porque Rocío es emprendedora, y se anda moviendo en la promoción de la novela. “Llamé al Canal 28 y van a transmitir una entrevista que me hicieron sobre el libro”, me dijo después la escritora regiomontana.
Este sábado 18 de mayo a las 6 pm, Rocío Ramírez Castillo presentará el libro junto a Elia Martínez-Rodarte en la librería del Fondo de Cultura Económica. Para que no falten.
Nos contactamos a través de un conocido mutuo. Contesté el correo: “leeré tu novela y después te entrevisto”, propuse. Y así fue. Nos vimos en un Italian Coffee. Pedí un cappuccino con cajeta que no tenía el sabor que recordaba (casi siempre resulta en decepción comparar la realidad con los recuerdos). Llegué algunos minutos antes de la hora pactada. Ella llegó puntual.
“El vendedor de abrazos” narra la historia de Julio, un joven de 25 años graduado de la UANL, desempleado,  y con amigos que no son amigos sino compañeros de borrachera. Cierto día Julio se reúne con Alma, una amiga de su último trabajo que atraviesa una situación emocional complicada. Se abrazan. Alma comenta lo bien que se siente después del abrazo: “Eres un buen abrazador. Deberías dedicarte a esto”. Un par de semana después, y gracias a la complicidad de Alma, Julio tiene negocio propio sin proponérselo.
“El tema central de la novela es la soledad de las mujeres que no tienen pareja, y que a veces por el ritmo que impone la ciudad no permite socializar”, me explicó Rocío. A la larga, sin embargo, la soledad no es sólo de las mujeres, sino también de los hombres, representados por Julio y sus amigos, quienes se aíslan, quizá involuntariamente, por las mentiras que utilizan para construir sus vidas sociales.
Rocío describe la novela como una mezcla de romance y erotismo, y está narrada en primera persona, desde la voz de Julio. El tono del lenguaje de los personajes masculinos en la obra simula el cotidiano que escuchamos en Monterrey.
–A ver, pendejos, eso no es nada –dijo Israel–. Yo me cogí a una vieja, compañera del jale, que tiene unas tetas y un culo… N’ombre, ni se imaginan. Yo le echaba indirectas, pero ella siempre me daba el avión. Le llamaba, le dejaba mensajes de texto, y un día me pensé: “a la verga, ya le voy a decir”. Así que le dije que me parecía hermosa, que sólo pensaba en ella y todas esas madres. Total, que un día la invité a salir. Y así anduvimos, en el carro, primeros besos, luego agasajes, la dedeaba, y ya estando bien caliente, me dio una mamada de lujo. Entonces ella me dijo que ahora me tocaba a mí, así que me la llevé a un motel, y pos que cogimos bien chingón, dejó que le hiciera de todo. (Pueden leer más fragmentos en: http://www.elvendedordeabrazos.com/)
Le pregunté a Rocío cómo había hecho para recrear el tono del regiomontano estúpido, machista, mentiroso, que exagera como si se tratara de un acto heróico el tamaño de las partes femeninas. “Fue muy difícil”, dice Rocío entre risas, “salía la voz muy femenina, pero quise escribir en primera persona porque siento que se crea un intimidad con el lector”.
“Tuve que hacer la referencia a “Cincuenta sombras de Grey”, siendo la de Rocío, también, una novela erótica.”
¿Le preocupa o le alegra la conexión que se pueda hacer con el bestseller? “Yo escribí la historia antes de que saliera Grey, cuando empecé a escribir, el género no estaba de moda. No me preocupa la conexión porque Grey es el hombre perfecto, una especie de príncipe azul. Julio es un hombre real, de carne y hueso. Son personajes muy distintos. Pero podría beneficiarme la comparación, si a las mujeres les gusta la literatura erótica, entonces les puede agradar mi libro”, dice con una sonrisa.
Sobre lo que existe detrás de la historia, Rocío dice que tiene un sustento real, o al menos de mito urbano, que escuchó gracias a un amigo: “Él no estaba seguro, le había llegado el rumor de que un ex compañero de la Uni se dedicaba a vender abrazos”, concluyó sin querer entrar en más detalles.
“El vendedor de abrazos” es la primera novela de Rocío Ramírez Castillo, quien se formó como escritora en los talleres del Museo MARCO. El libro está a la venta en librerías La Ventana y también en Amazon, y les recuerdo que se presentará en la librería del FCE el sábado 18 a las 6:00 pm.
@charmarlos


http://www.vox.com.mx/2013/05/lector-en-las-calles-el-erotismo-de-un-abrazo/

La presión social

Acabo de leer una noticia sobre algo que ocurrió en Colombia. Allá entre los adolescentes, existe un juego llamado "Carrusel" o "Ruleta Sexual", que consiste en que ya pasados de copas, todos desnudos, hacen una rueda, se ponen a bailar, y entre la bailadera los hombres van penetrando a las chavitas, y el primero que eyacula pierde.

Lo malo es que ya van varias menores de edad que salen embarazadas en esos jueguitos y ni saben quien es el padre. Y ellas jugaron pensando que por dejar que les metieran la puntita un ratito no iban a quedar embarazadas.... :S

Los papás de una de las chicas (que fue la que dio pie a esta noticia) están devastados. "Creíamos que la habíamos educado bien", dijeron.

No me voy a poner a hablar sobre la sexualidad ni nada de eso, pues no me quiero poner en papel de moralista.

Solo quería mencionar algo que me llamó la atencion.

"El problema que tienen muchas de las chicas que participan, es porque se sienten presionadas, o porque sus amigas lo hacen. Incluso porque los mismos chicos son los que piden que jueguen. Las niñas, en muchos casos juegan porque no quieren quedarse apartadas del grupo."

Presión social, al final de cuentas. No son decisiones pensadas, sino que son decisiones para quedar bien con la gente, con las amigas, con los chavos. ¿Qué pasa si no lo hacen? Pues que las chavas se exponen a la burla de sus compañeros, a que las marginen por no ser aventadas o lanzadas. A que les digan "pues ya no te quiero" o "ya no quiero ser tu amigo", a que ya no las inviten a las fiestas porque no se ponen en plan de flojitas y cooperando. Y pues a ningún adolescente le gusta que lo aíslen.

Yo creo que además de educar a un hijo o hija entre lo que está bien y lo que está mal, valdría bien educarlo para que no se deje influir por la gente. Que tenga seguridad en sí mismo para rechazar invitaciones a cosas que le hacen daño, que se guie por sus propias convicciones y no por el qué dirá la gente.