lunes, 20 de agosto de 2012

me quedé sin jale

Bueno, pues la noticia me tomó por sorpresa, en la mañana mi jefe me mandó llamar para pedirme la renuncia. Así sucede en las empresas, un día te quieren y al otro no.

No era algo que esperaba, pero viéndolo bien, fue lo mejor que pudo pasar. Todo fue en buenos términos, no hay resentimientos ni nada por el estilo.

Ahora trataré de relajarme en estos días, organizarme, y continuar con mis proyectos. Obviamente, también empezare a dejar solicitudes, pero eso será más adelante.