lunes, 14 de noviembre de 2022

Escritora (alter-ego)

Sonará raro, pero cuando estoy en mi fase de contadora, no me gusta decir que soy escritora. 

La reacción de la gente cuando se entera es de sorpresa y desconcierto. No pueden creer que yo, de lentes, seria, ropa formal, tenga como segundo oficio algo extravagante, creativo, inusual. 

Después de la sorpresa y el desconcierto, viene la pregunta: ¿Qué libros has escrito?

Y se los menciono. A veces incluso los muestro. 

Pero nunca concreto la venta. Sólo se sonríen y me dicen: qué padre. 

Así que por eso no me gusta, cuando soy contadora, decir que soy escritora. Porque no es que sinceramente estén interesados en comprar libros, sino que más bien les parece como si fuera algo curioso, raro, extraño quizá. 

Pero eso quiere decir que me avergüence ser escritora. Al contrario, preferiría serlo de tiempo completo. Siento que soy más auténtica siendo escritora. Mi verdadero yo. Mi verdadera vocación. 

Me gusta decir que soy escritora cuando nadie tiene ideas preconcebidas sobre mí. Cuando estoy en un lugar donde nadie me conoce, nadie sabe a qué me dedico, nadie que sepa que soy contadora. Entonces ocurre algo mágico. La gente me trata como rockstar. Se emocionan, me compran mis libros, ¡leen mis libros! Y a veces me piden firmas, tomarse una foto y me platican de mis personajes como si fueran reales, lo mucho que les emocionaron y les gustaron. 

Así que mientras no me conozcas como contadora, preferiría que me conocieras como escritora. Como escritora tengo muchas historias que contar.