Hola a mis 5 lectores blogueros. Ando escasa de ideas para escribir una nueva historia, pero se me ocurrió un inicio. Aquí va haber qué les parece.
"Nunca me había dado cuenta lo guapo que era Gonzalo hasta que se quitó los lentes. De pronto mi corazón sintió un vuelco, como si otra vez fuera adolescente en la secundaria. La diferencia era que ambos teníamos 40 años, así que de adolescentes no teníamos nada. Su cabello empezaba a escasear y el mío ya pintaba alguna que otra cana. Pero en aquella terraza a la luz de algunos focos incandescentes que colgaban en línea nos veíamos más jóvenes de lo que en realidad éramos.
No sé si Gonzalo se dio cuenta de lo nerviosa que me puse, porque con el tiempo yo he aprendido a disfrazar mis emociones y aparentar seriedad y a veces, frialdad. Es consecuencia de tanto ir a los juzgados. Al principio me intimidaba hablar con secretarios, jueces, o interrogar a los demandados o defender a mis representados. Mi jefa de aquel entonces me enseñó a tener lo que dicen los jugadores "poker face". El problema es que sin darme cuenta, empece a usar esa cara en otros aspectos de mi vida personal. Si a eso le sumo el hecho que yo también uso anteojos, me tildaban de intelectual, y tal vez de aburrida.
De hecho no hubiera salido con Gonzalo de no ser por dos cosas, porque necesitaba asesoría legal y porque sólo podía verme en las noches ya que por su trabajo, no podía ir en horas de oficina a mi despacho.
Así que esa noche, en la terraza de aquel restaurante, bajo la luz de la luna, con el viento alborotando mi cabello y esa musica de jazz, sentí que volvía a tener 15 años y que estaba con el chico que me gustaba."
¿Qué onda? ¿Qué les parece? A ver si las musas me inspiran y le doy continuidad a esta historia. Mi objetivo es que sea igual de divertida que la de "Ojos sabor a menta" pero con otros personajes más maduros.
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