Siempre me he preguntado a qué se refieren con "pasar tiempo de calidad" con los hijos. Esa frase se la escucho a las mamás que trabajan y de alguna manera justifican el hecho de pasar solo dos horas al día con los hijos.
Entiendo que el ritmo de vida, la situación económica y otros factores han provocado que las mamás salgan a trabajar todo el día y que solo les queden un par de horas para convivir con los hijos. Ellas dicen que lo importante no es la cantidad, sino la calidad.
Pero ¿a qué se refieren con ese concepto?
Me imagino que por calidad se refieren a que en ese par de horas se ponen a jugar con los niños. O bien les dan de cenar o les ayudan con la tarea.
Pero el problema, a como lo veo yo, es que tratándose de un niño no se puede designar que de 7 a 9 sea la hora de la calidad. A un niño le pasan un sin fin de cosas durante el día. Puede ser que en la escuela otro niño lo molestó, o que no le entendió a la clase, o que llegó enfermo a la casa, o que llegó llorando, o que tiene ganas de jugar, o que quiere comer, y todo eso ocurre a lo largo del día, no exclusivamente de 7 a 9 de la noche.
Tal vez el posponga su problema para esa hora. Tal vez para cuando llegue la mamá, habrá preferido mejor no contarle nada. Tal vez durante el día que esté atravesando su problema recurra a otras personas y confíe más en ellas. El caso es que uno como papá, no puede decidir que de 7 a 9 es la hora de la calidad porque el niño no es un trabajo, es solo un niño.
Lo sé. Mi opinión puede resultar parcial y muchos padres podrían crucificarme por lo que acabo de escribir. Pero es solo mi opinión.
En lo personal yo pienso que no basta con la calidad, el niño también necesita cantidad. Muchas horas con sus papás, abrazarlos, sentirlos, escucharlos. Dos horas diarias no bastan para llenar el corazón de un niño.
O quien sabe, a lo mejor los niños ya se adaptaron a eso.
Entiendo que el ritmo de vida, la situación económica y otros factores han provocado que las mamás salgan a trabajar todo el día y que solo les queden un par de horas para convivir con los hijos. Ellas dicen que lo importante no es la cantidad, sino la calidad.
Pero ¿a qué se refieren con ese concepto?
Me imagino que por calidad se refieren a que en ese par de horas se ponen a jugar con los niños. O bien les dan de cenar o les ayudan con la tarea.
Pero el problema, a como lo veo yo, es que tratándose de un niño no se puede designar que de 7 a 9 sea la hora de la calidad. A un niño le pasan un sin fin de cosas durante el día. Puede ser que en la escuela otro niño lo molestó, o que no le entendió a la clase, o que llegó enfermo a la casa, o que llegó llorando, o que tiene ganas de jugar, o que quiere comer, y todo eso ocurre a lo largo del día, no exclusivamente de 7 a 9 de la noche.
Tal vez el posponga su problema para esa hora. Tal vez para cuando llegue la mamá, habrá preferido mejor no contarle nada. Tal vez durante el día que esté atravesando su problema recurra a otras personas y confíe más en ellas. El caso es que uno como papá, no puede decidir que de 7 a 9 es la hora de la calidad porque el niño no es un trabajo, es solo un niño.
Lo sé. Mi opinión puede resultar parcial y muchos padres podrían crucificarme por lo que acabo de escribir. Pero es solo mi opinión.
En lo personal yo pienso que no basta con la calidad, el niño también necesita cantidad. Muchas horas con sus papás, abrazarlos, sentirlos, escucharlos. Dos horas diarias no bastan para llenar el corazón de un niño.
O quien sabe, a lo mejor los niños ya se adaptaron a eso.