lunes, 15 de abril de 2013

Puesteros

En México un problema constante son los puesteros. Ahorita en Monterrey, se traen una bronca los puesteros de la calle Morelos con el ayuntamiento, por aquello de que los quieren reubicar. No es la primera vez que sucede esta problemática, de hecho, en cada administración es lo mismo. Como cuando se quitaron a los puesteros de la ave. Cuauhtémoc, o los de Colegio Civil. Armaron mucho escándalo y volvieron al cabo de unos años a instalarse en los mismos lugares. Es un cuento de nunca acabar, sobre todo porque hay muchos líderes politiqueros que son los que arman todo el argüende.

El problema con los puesteros es que invaden banquetas y pasos peatonales, que de por sí Monterrey no tiene buenas banquetas, son muy angostas y todas están quebradas, ahora súmenle que uno tenga que andar sorteando puestos de chicles y cacahuates, lentes de sol, adornos para el cabello, discos, juguetes chinos, y demás chacharitas. Otras veces invaden ciertos puntos clave, como estaciones del metro o paradas de camión, lo que dificulta mucho el paso de los peatones. Además afean la ciudad. Que me perdonen, pero es la verdad.

Yo entiendo que la necesidad obliga a muchos a establecer comercios informales. El desempleo, la falta de oportunidades, y el hecho de que hay una excesiva tramitología y carga tributaria, desalientan a muchos a establecer un negocio formal. Por eso optan por la vía más práctica, un puesto en la calle. A eso súmenle los líderes que sacan provecho de eso. Y hay otro factor más, el factor cultural. Los tianguis y puestos es una costumbre que dara desde la época Prehispánica. Ya los cronistas españoles lo habían registrado:

En las crónicas de Indias del siglo XVI, Díaz del Castillo en Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Hernán Cortés en sus cartas de relación y Francisco López de Gómara en Historia general de las Indias incluyen amplias descripciones de los tianquiztlis de México-Tenochtitlan:
.."Llaman tianquiztli al mercado. Cada barrio y parrocha tiene su plaza para contratar el mercado. Más México y Tlatelulco, que son los mayores las tienen grandísimas. Especial lo es una dellas, donde se hace mercado los más días de la semana; pero de cinco en cinco días es lo ordinario, y creo que la orden y costumbre de todo el reino y tierras de Moteczuma. La plaza es ancha, larga, cercada de portales, y tal, en fin, que caben en ella sesenta y aun cien mil personas, que andan vendiendo y comprando; porque como es la cabeza de toda la tierra, acuden allí de toda la comarca, y aun lejos. Y más todos los pueblos de la laguna, a cuya causa hay siempre tantos barcos y tantas personas como digo, y aun mas"...  fuente: Wikipedia

Así que la costumbre de poner puestos en la calle es una tradición de siglos, y está muy arraigada en la cultura del mexicano, por lo que no acepta cuando lo reubican. Así que es difícil quitarle esa mentalidad a los mexicanos.

La solución no está en reubicarlos de un lugar a otro. Eso es como trasplantar el problema. Lo que verdaderamente se necesita es motivarlos mediante programas eficaces a establecer un comercio formal, mediante la simplificación de trámites, carga tributaria menos rigurosa en los primeros años de operación, adecuación de espacios estratégicos que les permitan atraer clientes, y no ceder ante las presiones de los líderes y lideresas. Los comercios informales no deberían ser un problema, deberían ser más bien fuentes de empleo.