Cuando mis amigas se obsesionan con un tema, no hay quien les quite esa idea de la cabeza. Ahora les dio por querer comprar una ouija para jugar con ella.
A mí me dan miedo todas esas cosas que tienen que ver con la brujería y el diablo. Ellas dicen que no pasa nada, que nomás por pura onda a ver qué les contesta la ouija. Yo ya les dije que yo no le voy a entrar al juego. Hasta les conté la historia del caso del locutor de la Mano Peluda que entrevistó a un hombre que hizo pacto con el diablo (y misteriosamente el locutor murió días después de haber entrevistado a ese hombre), y en vez de disuadirlas, lo único que conseguí fue que se obsesionaran más con la idea de comprarse la ouija, quesque según ellas para ver que pasa. Hasta quieren aprender a exorcizar demonios.
Caray, cómo es la gente. En vez de interesarse por sanación, reconexión, metafísica, o mínimo mínimo ir a misa cada domingo y aprenderse el credo y el padrenuestro, ahí van a tentar al diablo.
Yo zafo.
Aunque creo que nomás lo platican pero al final no hacen nada.