domingo, 22 de enero de 2012

Las apariencias engañan

El otro día una amiga me contó la siguiente anécdota.

"Rocks, pues figúrate que el otro día, andaba aquí por Apodaca, porque acompañé a mi papá al banco. Yo me quedé en el carro, mientras él entró. Entonces, que me doy cuenta que en el carro que estaba estacionado al lado, un hombre golpeaba a una mujer. Pero así estuvo bien feo, Rocks, me dio cosita, y miedo a la vez. La gente se dio cuenta, y le golpeaban el vidrio, y le gritaban que dejara de golpearla, pero él hombre no les hacía caso. Total, que para no hacerte el cuento largo, Rocks, llegó un policía, sacó al hombre del carro. La mujer estaba toda sangrando. Y el hombre gritó: "¡Déjenme! ¡Yo no hice nada! ¡Ese güey se metió a mi carro y me quería manosear! Y entonces, Rocks, que me doy cuenta... La mujer no era mujer. Era un travesti, que se subió al carro del señor, y lo quería, bueno, ejem... ya sabes. Y el señor simplemente se defendió. ¿Cómo ves?"


orale, pos sí. Las apariencias engañan.



Diversiones caras

Hace algunos fines de semana salí con una amiga. Nos fuimos en mi carro. Fuimos primero a cenar, y me gasté como 250 pesos. Luego, al salir, aún era temprano, y me preguntó que qué más hacemos. A mí no se me ocurría nada más qué hacer. Entonces ella me dijo: "Tengo ganas de ir a una plaza."

Yo por plaza entendí un parque, un espacio abierto con bancas y árboles. Y pensé que era una buena idea. Así podríamos platicar y no tendríamos que gastar más dinero en bebidas, comidas o propinas. Así que manejé y la llevé a la plaza de la iglesia del Rosario, que es mi favorita.

Mi amiga se quedó perpleja, como si no entendiera por qué la había llevado ahí. Y le dije: "Pues esta es una plaza a la que yo vengo a caminar." Y ella me respondió: "Yo me refería a Plaza Fiesta San Agustín, Valle Oriente, o Galerías."

Ay no, que hueva. A mí me da hueva ir a esas Plazas, sobre todo los fines de semana porque el estacionamiento está hasta el tronco, lleno de carros y caminoetas, y termino estacionándome en el nivel 5, o sea, en el vil techo.

Y le dije: "¿De veras no quieres que nos bajemos un rato y caminemos aquí?"

Pero mi amiga hizo una cara de que no quería, y me dijo: "Mejor vamos al cine."

Terminé gastando 60 pesos más por una película que ni me gustó.

Me quedé pensando que los regios, su manera de divertirse es gastando dinero. No hay ninguna salida en que no gastes. Siempre terminas desembolsando, bajita la mano, 200 pesos. Las amigas siempre proponen ir a restaurantes, bares, cines, centros comerciales. En esta quincena me he gastado 700 pesos en salidas de ese tipo, así que este fin de semana me propuse ser ermitaña, apagar celulares, y evitar más invitaciones, porque mi sueldo no da para más.

"Ay, pero es que hay que divertirse". dice la gente.

Pero ¿por qué para divertirse a huevo hay que gastar dinero?

Mi plan para este domingo, es ir a una plaza, pero no a una plaza comercial, sino a una plaza con árboles, bancas y pajaritos cantando en las ramas.