lunes, 26 de julio de 2010

Archi


Cuando yo estaba chica, algo que me gustaba coleccionar eran las historietas de Archi. Cada quince días llegaba a la tiendita y le pedía a mi mamá que me diera dinero para comprarlas. Me encantaban esas tiras cómicas del chavito pelirrojo de preparatoria que pasaba un montón de aventuras con sus amigos y que se debatía entre su dilema de con quien andar, si con Bety o con Verónica.


En lo personal, me caía mejor Bety, excepto cuando le entraba la obsesión por Archi. Verónica en cambio era más despreocupada, sabía que tenía a Archi comiendo de su mano.


En fin... de alguna manera, yo crecí leyendo a Archi y junté muchas historietas que leía y releía sin cansarme. Todavía las conservo en una cajita de zapatos. Ahí están, ya desgastadas, algunas ya sin la portada, pero aún las tengo.


Últimamente ya no he visto en las revisterías esas tiras cómicas. He preguntado por ellas pero los vendedores parecen desconocerlas. Ahorita abundan comics de superhéroes oscuros y siniestros o mangas japoneses con monillas voluptuosas y ojos grandotes. Pero las tiras cómicas de Archi, sus historias simples, sencillas, graciosas, de humor blanco, esas ya no las encuentro.

Como que ando nostálgica, ¿no? jeje.