viernes, 16 de abril de 2010

El poder de las palabras

Las palabras son un arma de dos filos. Pueden servir para exaltar virtudes o enviar buenos deseos, pero al mismo tiempo pueden ser dagas que causan heridas.

Tengo el gran defectote que cuando ando de malas, empleo las palabras para herir, no solo a quien me escucha o me lee, sino para mi misma.

Y desafortunadamente, no me doy cuenta de las heridas que causo, hasta que pasan días. Y me siento mal. A veces hiero a las personas que amo. Nunca mido el poder de mis palabras, y eso es algo que tengo que aprender a controlar.

Tambien me hiero mucho a mi misma. Por eso tengo el alma tan desangrada. Soy como las chicas emo que se hacen cortes con navajas, solo que en vez de hacerlos en mi cuerpo, los hago en mi alma y en mi corazón. Siempre estoy hiriéndome, hasta ahora me doy cuenta de eso.

En serio, deseo fervientemente, poder corregir eso. Ya no quiero herirme ni herir a nadie más. Quiero usar mis palabras para sanar.