El día de ayer el aire en Monterrey estaba muy sucio. Salí a la calle y estaba nublado pero era un gris-café. Ni siquiera se veía el Cerro de la Silla, una nata de aire sucio tapaba su cumbre. Yo soy muy sensible a esto y mis alergias se dispararon. Sentía como polvo atorado en la garganta, como si me hubiera comido un puñado de tierra aderezado con humo.
Revisé la página de calidad de aire en Monterrey y teníamos alerta naranja. Pero ni el gobierno ni en las noticias se hacía mención de eso. Me parece muy grave que sean indiferentes a esto, porque ahorita las enfermedades respiratorias más el COVID que no está erradicado perjudica seriamente la salud de la población.
El problema aquí es que cada vez hay menos áreas verdes. La ciudad se extiende, cada vez hay más desarrollos inmobiliarios, más edificios, las fábricas contaminan día y noche. Y eso se nota. Bueno, yo lo noto, no sé los demás.
Sé que esto no es exclusivo de Monterrey, sino del mundo entero. El calentamiento global es algo serio pero los gobernantes de todo el mundo no lo ven así. No toman cartas en el asunto, solamente hacen como que les importa, se dan la mano, y se van.
Esta situación se va a volver insostenible. Yo he tratado de reducir el uso de mi coche, no salgo mucho, pero ojalá las autoridades hagan algo para mejorar el medio ambiente.