Hoy andamos de un humor medio nostálgico, con toda esta pandemia y este encierro pues es inevitable pensar que tiempos pasados fueron mejores. O bueno, eso dicen.
El caso es que hoy les voy a compartir un recuerdo de un lugar que existió en los finales de los 80's y principios de los 90's llamado "Magic Place".
En esa época eran bien populares los lugares de "chispas". Así se les decía a donde había maquinitas donde jugabas videojuegos. Ahorita los niños pueden jugar videojuegos hasta en el celular, pero en aquellos años era muy raro el niño que tuviera Nintendo o Atari. Eran unas cosas carísimas y difíciles de conseguir.
Pero resulta que por mediados de los 80's, cerca de mi casa se abrió el "Magic Place". Era un lugar donde había maquinitas y juegos tragamonedas. Era el lugar de moda, todos los niños querían festejarse ahí o pasar el fin de semana jugando ahí. Claro que los papás sólo te daban dos o tres pesos que alcanzaban para bien poquitas fichas. Buuu.
Pero aún así las hacías rendir. Yo la verdad prefería jugarlas con los juegos tragamonedas en lugar de las maquinitas. Mi favorito era el de hockey, pero para ese se necesitaban dos personas. También me gustaban esos donde tenías que arrojar bolas, ah, y el de los topos, ese donde les pegabas con un martillo a unos topos que salían de unos hoyos.
Al final, la maquinita te daba unos tickets, y si juntabas muchos podías llevarte alguno de los premios que estaban en la vitrina. Por supuesto los mejores premios valían 1000 boletos, pfff. Yo lo único que alcancé fue una pulsera de plástico color fosforescente y algún dulce.
También recuerdo que en el periódico a veces salían cupones que valían por tokens para jugar. Sólo salían en el periódico de los viernes, así que siempre estaba alerta para recortar el cupón.
A mediados de los 90's el lugar cerró. Ya para ese entonces tenía nintendo y muchos niños también ya tenían sus propias consolas de videojuegos. El lugar estuvo abandonado muchísimos años.
Hoy pasé por ahí y vi que lo convirtieron en casino Caliente.
Supongo que los niños de antes ahora son los adultos que juegan a las maquinitas, pero ahora apostando dinero.