miércoles, 15 de junio de 2011

Niños robots

Estoy anonadada con lo que me platican mis compañeros de trabajo que tienen niños en el kinder. Estoy sorprendida de la enorme cantidad de tareas, estrés, y exámenes y niveles a los que someten a los niños desde muy, muy temprana edad.

Ahora, los niños desde chiquitos están en un sistema educativo. Lactantes I, Lactantes II, Maternal I, Maternal II, y ahí síguele.

En algunos kinders y guarderías tienen un psicólogo, con el cual los niños toman una terapia semanal. El psicólogo los evalúa y manda llamar a los padres de familia, para decirles cosas como: su hijo no tiene habilidad motriz y/o cognitiva, tiene que fortalecerla si quiere que pase a Lactantes II.

No mames....

Desde los dos años, se les dan clases para que aprendan a leer y escribir y a sumar y restar. También los inscriben en competencias como miniolimpiadas, donde los güerquillos corren para llegar a la meta, y al final los premian con medallas.

Les encargan mucha tarea, para que los papás se sienten en las tardes a hacerla con ellos. Les ponen exámenes.

Y todo esto antes de llegar a 1o. de primaria.

Estoy indignadísima con esta mierda de sistema educativo, en donde se somete a tanto estrés al niño. Se le quita el tiempo valioso para jugar. (siendo que este es uno de los derechos de los niños). El niño por medio del juego, aprende a desarrollar habilidades, aprende roles sociales, estimula la creatividad innata.

Se está programando a los niños a aprender lo que los adultos quieren que aprendan. Si un niño tiene habilidades artísticas, éstas se nulifican para que el güerco aprenda matemáticas. Si uno tiene habilidad para estudiar a los animales, se le enseña a que no debe tocarlos y que debe aprender inglés.

Se les atrofia con conocimientos que aún no son aptos. Y no por eso quiero decir que nadie deba estudiar. Eventualmente, el niño o niña tendrá que aprender esos conocimientos. Pero ¿por qué forzarlo desde tan temprana edad?

¿Y por qué someterlo a competencias? Cuando son pequeñitos, todavía no desarrollan la tolerancia a la frustración. Para un niño, el hecho de perder es como si se le cayera el mundo encima, especialmente porque hay padres que vuelcan todo su entusiasmo para que el niño gane y obtenga medallas. Si el niño no cumple con esas expectativas, se trauma. Si no me creen, vean a todos los niños que lloran cuando no ganaron en una competencia.

En fin. Así es Monterrey. No sé si así sea en otras ciudades de la Republica, pero si es así, que
lamentable. Les están atrofiando sus capacidades. Están fabricando puros robots. Puros ladrillos para esta sociedad que se está pudriendo entre sangre y balas.

Yo no tengo hijos, pero yo decidí que yo no voy a inscribirlos en el kinder. Yo los voy a dejar jugar, les voy a leer muchos libros de cuentos, los voy a llevar al parque para que se suban a los columpios y a los resbaladeros, les voy a dar de comer frutas en vez de dulces y papitas, los voy a llevar a que me acompañen al super, al banco, y a todas esos lugares para que vean como trabaja la gente. No los voy a forzar a que aprendan tal o determinada cosa. Los voy a hacer que tengan criterio propio, libertad de pensamiento.