Pues ayer las redes sociales ardieron porque Disney anunció que Halle Bailey, una actriz de raza afroamericana, interpretará el personaje de Ariel, en el nuevo remake de "La Sirenita".
La gente protestó porque cómo era posible que una chica negra interpretara a una mujer que se suponía era pelirroja y de piel blanca.
El enojo del público resulta hasta cierto punto, comprensible. Por décadas Disney vendió no sólo la película, sino muñecas, vestidos, y un montón de mercancía con la imagen de Ariel pelirroja. Así es Disney, te invade de toneladas de mercancía alusiva a la película que termina por lavarte el cerebro y hacerte pensar que la princesa que ellos te venden es la princesa original, la única.
Para mí por ejemplo es imposible imaginarme a una Blancanieves que no sea esta.
Si a mi me presentan otra Blancanieves que no tenga el cabello corto y negro y un lazo rojo en la cabeza, me causa cierta incomodidad, confusión y rechazo. Porque toda mi vida, desde bebé hasta la adultez, me han vendido la idea de que Blancanieves es la de Disney.
Sin embargo en el cuento original sólo se menciona que Blancanieves, tal como su nombre lo dice, era una chica de tez blanca y pálida, como la nieve. No dice nada más sobre su ropa o su cabello. El aspecto de la Blancanieves de Disney se lo debemos a la actriz y bailarina Marge Champion, en quien se basaron para crear el personaje.
En el caso de la Sirenita, antes de que surgiera la versión Disney llegué a leer el cuento original, y me la imaginaba pálida, de cabellos azules y ojos violetas. Pero llega Disney, con su versión de la chica pelirroja, con su aspecto basado en la actriz Alyssa Milano, y desde entonces, no soy capaz de imaginarme otra sirena diferente de la de Disney. Porque yo fui de las niñas que vio la película en la videocasetera como 800 veces seguidas.
Así que cuando me enteré de la noticia de que esta chica afroamericana interpretaría a la Sirenita, sí, me causó confusión, rechazo. Treinta años metiéndome en la cabeza que la Sirenita es pelirroja para que me salgan con eso. Definitivamente no iré a ver la película, jaja.
La gente protestó porque cómo era posible que una chica negra interpretara a una mujer que se suponía era pelirroja y de piel blanca.
El enojo del público resulta hasta cierto punto, comprensible. Por décadas Disney vendió no sólo la película, sino muñecas, vestidos, y un montón de mercancía con la imagen de Ariel pelirroja. Así es Disney, te invade de toneladas de mercancía alusiva a la película que termina por lavarte el cerebro y hacerte pensar que la princesa que ellos te venden es la princesa original, la única.
Para mí por ejemplo es imposible imaginarme a una Blancanieves que no sea esta.
Si a mi me presentan otra Blancanieves que no tenga el cabello corto y negro y un lazo rojo en la cabeza, me causa cierta incomodidad, confusión y rechazo. Porque toda mi vida, desde bebé hasta la adultez, me han vendido la idea de que Blancanieves es la de Disney.
Sin embargo en el cuento original sólo se menciona que Blancanieves, tal como su nombre lo dice, era una chica de tez blanca y pálida, como la nieve. No dice nada más sobre su ropa o su cabello. El aspecto de la Blancanieves de Disney se lo debemos a la actriz y bailarina Marge Champion, en quien se basaron para crear el personaje.
En el caso de la Sirenita, antes de que surgiera la versión Disney llegué a leer el cuento original, y me la imaginaba pálida, de cabellos azules y ojos violetas. Pero llega Disney, con su versión de la chica pelirroja, con su aspecto basado en la actriz Alyssa Milano, y desde entonces, no soy capaz de imaginarme otra sirena diferente de la de Disney. Porque yo fui de las niñas que vio la película en la videocasetera como 800 veces seguidas.
Así que cuando me enteré de la noticia de que esta chica afroamericana interpretaría a la Sirenita, sí, me causó confusión, rechazo. Treinta años metiéndome en la cabeza que la Sirenita es pelirroja para que me salgan con eso. Definitivamente no iré a ver la película, jaja.