viernes, 10 de noviembre de 2017

Estafas literarias. 1era parte.

Cuando eres un escritor novel estás lleno de sueños. Anhelas convertirte en un best-seller, que todo el país (o el mundo) te lea. Pero no tienes la menor idea de cómo convertirte en un escritor. Escribes, eso sí, lo que te nace y sin técnica alguna. Cada escrito tuyo crees que es una obra maestra, que tu libro es el libro que todo el mundo espera leer.

Es este ego el que hace que muchos escritores noveles sean objeto de estafas y engaños. Hoy hablaré del engaño económico.

Resulta que hace dos años, una editorial me contactó. Alguien les pasó mi facebook y me contactaron por ese medio. La editorial (cuyo nombre es de un apellido muy famoso en cuestión de las librerías), me explicó que estaba en búsqueda de nuevos talentos. Así que me pidieron el pdf de mi libro para leerlo. Para ese entonces yo ya tenía mi obra registrada con todas ante la ley, y autopublicada y con ISBN, así que no tuve ningún inconveniente en enviarles el pdf.

Dos días después el hombre que me contactó solicitó hablar conmigo por Skype. Así lo hice. Era un tipo de anteojos, con traje, con aires de intelectual y acento chilango. Me dijo que había leído mi obra en un solo día, y que le habia fascinado, que era una obra espectacular, grandiosa, maravillosa, con mucho potencial y me felicitó diciéndome que ya había pasado a la siguiente etapa. Me sentí como en programa de concursos.

Obviamente se me hizo extraño que todo ocurriera tan rápido. ¿En un día había leído mi obra así como así? ¿Y la aceptaba sin hacerle cambios ni nada? Y además ¿por que esa editorial tenia ese apellido?

Cuando le pregunté sobre la razon social, él sonrió nervioso y dijo algo como "ya te metiste hasta la cocina". me explicó que el dueño era pariente lejano de esa familia de libreros famosos, pero que la editorial estaba legalmente constituida.

Después quedó en enviarme una propuesta literaria, la cual recibí de inmediato. Parecía un machote llenado únicamente con cantidades y mi nombre.

La propuesta iba así: era una editorial de paga. Tenía que pagar 150 mil pesos más iva por un tiraje 3000 libros. Ellos prometían imprimirlo y distribuirlo en las librerías de todo el país. Del costo de venta, la mitad iba para mí, en calidad de reembolso de mi inversión, otro porcentaje iba para la librería, otro para ellos y otro para impuestos.

¿Ganancia? Si la habría, pero solo hasta que yo ya hubiera recuperado los 150 mil pesos invertidos. De ahí en adelante, esa sería mi "ganancia".

Obviamente les dije que no. Y se molestaron. Me preguntaron por qué rechazaba tan grandiosa oportunidad. Les dije que no tenía semejante cantidad de dinero. Que si tanto querían mi libro, pues que se los vendía y  que me pagaran regalías. Ellos dijeron que no manejaban ese esquema.

 Y el tipo dejó de ser amable y labioso, para portarse más enérgico. Intentó convencerme por todos los medios de que si yo no aceptaba, lo iba a lamentar después.

Me mantuve firme en mi decisión. Y ahí terminó la comunicación.

Sin embargo, supe de muchos casos en que escritores incautos si cayeron. Pagaron sumas de 50 mil a 100 mil pesos. Y es fecha que no les han reembolsado nada. Tampoco pueden reclamar, ya que legalmente la librería cumplió con su parte del trato al imprimir tanto libro, que ya no se vendan es otra cosa. Tampoco los pueden demandar porque en primer lugar, no tienen lana para pagar un abogado y en segundo, porque estos tipos de la editorial al parecer tienen palancas en el gobierno, así que las denuncias casualmente se quedan siempre estancadas.

Así que esta es una de las trampas en las que suelen caer los escritores amateur.