martes, 11 de octubre de 2016

El circo de los horrores cancelado en Monterrey

Cuando era niña estudié en un colegio católico y nunca pude celebrar el Halloween como tal. Tanto en el colegio como en la iglesia, nos decían que el Halloween era una celebración pagana que invocaba al diablo y a las brujas, y a cambio, nos decían que nos vistiéramos de angelitos o de virgencitas :/

Y me pareció muy aguafiestas la Iglesia. Porque para vestirse de angelito estaban las pastorelas o las peregrinaciones, el Halloween era para festejar disfrazado de fantasmita o brujita y para recibir dulces. Pero ganó la moral, el recato y la decencia y pues así quedó, "en Monterrey el Halloween no se celebra". Aún recuerdo los discursos que nos daban de que si celebrábamos eso nos iríamos al infierno.

Cierto que está el día de muertos, pero esa celebración ha sido más típica del sur de México, en Monterrey nunca se hacían altares de muertos ni se visitaban cementerios en la noche. Al menos hasta muy entrada la década de los 2000 donde más o menos empezó a llegar esta tradición mexicana.

Y a lo largo de mi niñez y adolescencia muchas cosas fueron censuradas por la iglesia católica de Monterrey. Películas, espectáculos, canciones... han censurado tantas cosas que ya es difícil enumerarlas.

 Recientemente censuraron el espectáculo "El Circo de los Horrores", un circo ambulante español que ha recorrido ya varias ciudades de la república ofreciendo un show de terror. Los argumentos que dio la iglesia católica me recordaron esos discursos que me daban mis maestras de niña, que si vas a eso, vas a condenar tu alma, vas a perturbar tu espíritu (y te irás al infierno).

He visto cuadros religiosos que sí me han perturbado el espíritu, como esos de gente que se va al infierno y desde arriba Dios y la Virgen los miran. O imágenes de santos torturados, muertos en hogueras. Este tipo de imágenes me asustaron y me hicieron creer que para ser santo tenías que ser torturado.

Y resulta curioso que la iglesia y el padre Juanjo hayan satanizado al circo del terror por ser un espectáculo demoniaco,  que afectará la paz interna, cuando en la Edad Media los métodos de tortura de la Santa Inquisición sí estaban para horrorizarse. Cuando vi fotos de los instrumentos de tortura y cómo se empleaban me quedé muy asustada.

Me gustaría que la iglesia dejara de amenazar con eso del infierno y en cambio mostrar la belleza del cielo, enfatizar más en la bondad, en la alegría, en premios en vez de castigos. Que nos mostraran la imagen de un Dios buena onda, en lugar de un Dios castigador.