En las últimas semanas he agarrado el hábito de escuchar la estación de radio Opus 102.1 de música clásica.
Sí, ya sé que les parecerá extraño (o quizá no tanto) que le tome el gusto a esa música, pero todo empezó como una manera de bajarle a mi estrés.
Sucede que al salir del trabajo a veces me voy a caminar a un parque que queda cerca de ahí. Generalmente me pongo a escuchar música de rock, especialmente rock en inglés. Y es que durante mis años que iba al gimnasio, la música de rock me llenaba de energía y vitalidad. La adrenalina al tope, y era padre sentirse así.
Pero en los últimos meses, como salgo tan aturdida del trabajo (eso de pensar en números todo el día es muy agotador), el rock no era la música que yo necesitaba para relajarme. Era como tomar una taza de café en la noche.
Entonces una tarde mientras caminaba por el parque, ahorita como está el paisaje todo invernal, con las hojas secas sobre el pasto y los árboles desnudos y viento medio frío, se me ocurrió sintonizar la estación de Opus.
Esta estación ya la conozco pues he tenido el honor de haber grabado un par de programas de radio ahí. Es la estación del gobierno, y aunque es pequeñita, está muy bien equipada y su señal llega a muchos lugares. Otro día les platicaré sobre mi experiencia ahí.
El punto es que la combinación caminata-música clásica me ha funcionado muy bien. Mi nivel de estrés después del trabajo ha disminuido y además me estoy volviendo más culta jeje.
Sí, ya sé que les parecerá extraño (o quizá no tanto) que le tome el gusto a esa música, pero todo empezó como una manera de bajarle a mi estrés.
Sucede que al salir del trabajo a veces me voy a caminar a un parque que queda cerca de ahí. Generalmente me pongo a escuchar música de rock, especialmente rock en inglés. Y es que durante mis años que iba al gimnasio, la música de rock me llenaba de energía y vitalidad. La adrenalina al tope, y era padre sentirse así.
Pero en los últimos meses, como salgo tan aturdida del trabajo (eso de pensar en números todo el día es muy agotador), el rock no era la música que yo necesitaba para relajarme. Era como tomar una taza de café en la noche.
Entonces una tarde mientras caminaba por el parque, ahorita como está el paisaje todo invernal, con las hojas secas sobre el pasto y los árboles desnudos y viento medio frío, se me ocurrió sintonizar la estación de Opus.
Esta estación ya la conozco pues he tenido el honor de haber grabado un par de programas de radio ahí. Es la estación del gobierno, y aunque es pequeñita, está muy bien equipada y su señal llega a muchos lugares. Otro día les platicaré sobre mi experiencia ahí.
El punto es que la combinación caminata-música clásica me ha funcionado muy bien. Mi nivel de estrés después del trabajo ha disminuido y además me estoy volviendo más culta jeje.