domingo, 9 de septiembre de 2012

Parejas trágicas del rock

Este tema me pareció interesante comentarlo. Son 3 parejas trágicas del rock.

Empezemos por Jim Morrison y Pamela Courson. El vocalista de The Doors, considerado un grupo revolucionario de rock psicodélico, vivió un tormentoso romance con una chica de California. Ambos apasionados de la vida hippie, rompían y volvían, al mismo tiempo que se ponían mutuamente el cuerno, pero al final de cuentas, regresaban. Juntos llevaron una vida de excesos, alcohol y droga, hasta que un día el destino cobró factura y se llevó la vida de este cantante-poeta, quien apareció muerto por sobredosis en su bañera.

La segunda pareja tormentosa está en Sid Vicious, (vocalista y bajista del grupo de punk Sex Pistols) y Nancy Spungen. Ambos adictos a la heroína, a pesar de estar muy enamorados, llevaron también una relación conflictiva, ella se metía constantemente en el manejo del grupo que provocó la separación de la banda. Los problemas con esta pareja continuaron hasta que un día él despertó de un estupor de drogas, y la encontró asesinada. Fue arrestado y acusado de homicidio, pero él no recordaba nada. Salió libre bajo fianza, pero recayó en las drogas, y murió a causa de su mamá, quien también drogadicta, le dio una sobredosis de heroína. (Tenga, m'ijo).
La tercera pareja trágica del rock está en el vocalista de Nirvana, Kurt Cobain, y Courtney Love. Se conocieron en una tocada, y desde entonces no se separaron. Ambos adictos también a la heroína, se hundieron el uno al otro. Los fans odiaban a Courtney, pues creían que ella se colgaba de la fama de él. A pesar de ello, se casaron y tuvieron una hija, y por un tiempo intentaron llevar bien la relación, hasta que se supo que ella se había drogado durante el embarazo. Vinieron los problemas con la ley, con la prensa, entre ellos mismos, recayeron en sus adicciones, hasta que finalmente, en su desesperación Kurt se dio un tiro en la cabeza y murió.

Una lástima, cómo grandes talentos se pierden por la droga, y cómo cuando alguien anda en una onda negativa y depresiva, atrae a su semejante, lo cual en vez de ayudarlo, lo lleva más a la perdición.