martes, 10 de mayo de 2016

Ser mamá y trabajar

No tengo hijos, pero he notado lo difícil que es ser mamá y trabajadora al mismo tiempo. Aunque los libros y la televisión lo hagan ver como que es sencillo compaginar estos roles (sumado al de esposa) y que solamente basta con que hagas "un equilibrio" entre estas tareas, para las que son mamás es prácticamente imposible.

El otro día fui a una reunión de emprendedores, en donde unas conferencistas dieron una serie de estadísticas, de cómo la mujer desaparece del plano laboral una vez que se convierte en madre. Cientos de mujeres que estudiaron carrera universitaria y que lograron altos promedios y menciones honoríficas, (por encima de sus compañeros varones), al llegar al mundo laboral no figuran ni como directivas ni presidentas corporativas.

Esto se debe a que cuando la mujer tiene hijos, simplemente los horarios ya no le funcionan. No puede trabajar una jornada de 10 u 12 horas diarias, y al mismo tiempo atender a la familia. Por lo tanto, o aceptan trabajos de bajo perfil, muy por debajo de sus conocimientos y capacidades, o bien, renuncian y se convierten en amas de casa.

Lamentablemente nuestro sistema económico y social no da cabida a las mamás. Casi la mayoría de los trabajos exigen a los empleados una jornada que debe cumplirse a rajatabla, no hay horarios flexibles ni de medio tiempo (y los empleos que ofrecen esas facilidades generalmente ofrecen salarios muy bajos).

Día a día, todas esas niñas que estudiaron y se esforzaron por ser los primeros lugares en la escuela, se convierten en mamás invisibles y anónimas que sacrifican todo por los hijos. Esto al mismo tiempo, y aunque no lo crean, afecta también a los hombres, pues les asignamos toda la carga de ser los proveedores y mantener a la familia. Ellos también ultimamente sienten que es una responsabilidad demasiado grande (no en vano muchos arrojan la toalla y se divorcian o de plano ya no se quieren casar).

Es una lástima ver que una mujer deserta, cuando todavía es joven y tenía mucho potencial. Pero insisto, nuestra sociedad actual no da cabida a las madres trabajadoras. Cierto, hay algunas que a pesar de los obstáculos, siguen trabajando. Tengo una amiga que tiene un puesto directivo, pero a cambio ha tenido que sacrificar las horas en las que convive con sus hijos. Se levanta a las 6:30 de la mañana y se va a trabajar y a veces tiene que quedarse trabajando tarde y llega a las 9:30 de la noche. Otras veces, la mandan de viaje a otras ciudades. Ella no podría estar haciendo todo esto sin el apoyo de su esposo y de su suegra, pero de todas maneras, ella se está perdiendo valiosos momentos con sus hijos. ¿Y hay salida? No. Muchos dirían que renuncie, pero eso no es una opción. No cuando de su sueldo depende sacar adelante muchos gastos. Hoy en día, un solo sueldo no es suficiente para mantener una familia. A menos que te cases con un millonario, no sucede así.

En todo el mundo hay historias así. Aquí encontré un video de una mexicana viviendo y trabajando en Japón que le sucede lo mismo. Resulta increíble que aquí y en el otro lado del planeta, la problemática sea igual, que no hay oportunidades para las madres trabajadoras.

Mis respetos para todas esas mujeres que se parten el lomo para ir a trabajar y no descuidar a los hijos. Sé que todo lo hacen a medias. Como dice el dicho "no se puede repicar y andar en la procesion". Descuidarán a veces su trabajo, cada vez que un hijo se enferme. Descuidarán a los hijos, cada vez que tengan que quedarse en el cierre de mes o trabajar jornadas extras. Descuidarán a su marido por atender las otras dos cosas. Se descuidarán a sí mismas como mujeres, pues no tendrán tiempo para relajarse ni divertirse.

Está cabrón.