Hay ciertos libros que como mujer, me incomodan leer. Y "La Rebelión de los fanáticos" de César Gandara es uno de ellos.
Asistí a la presentación literaria y los comentarios de los presentadores y del propio autor me hicieron creer que estaba ante una novela policiaca estilo mexicano, lo cual me llamó la atención, pues hasta ahora las novelas policiacas que he leído son de autores ingleses o norteamericanos, y tenía curiosidad por ver una historia de ese corte ambientada en México.
Además tenía el antecedente de que el autor es guionista de telenovelas y series de TV, así que no podía sonar tan mal.
La premisa en sí, también llamaba la atención. Era un lugar ficticio ubicado en la frontera de México, en Sonora, donde ocurrían feminicidios y un policía se daba a la tarea de investigarlos, al mismo tiempo que luchaba contra sus propios demonios internos. La trama se enredaba con cuestiones religiosas y psicológicas.
Sin embargo, conforme fui leyendo el libro me sentí incómoda. Demasiado escatológico y crudo. Siento que los autores varones mexicanos pecan en narrar historias poniendo a fuerza el realismo mágico y mezclando fluidos corporales como elemento "sexoso". Nada más se ven escenas de semen, de sangre, orina, hombres jalándose el pito, hombres violando a mujeres, arrancándoles los pezones a mordidas, matándolas...
A las mujeres las retratan como seres ignorantes, que se enamoran del viejo panzon prieto prepotente con autoridad y se entregan a él para luego ser traicionadas o asesinadas. Las ponen como portadoras de enfermedades. Como enfermeras dominatrix dispuestas a bajarse los calzones para que tengan sexo con ellas. O como brujas con aspecto de gárgolas que hacen brujerías para favorecer a los caciques del pueblo. A las más desafortunadas las violan de manera cruel y el autor es muy descriptivo.
No es un libro que me agradó leer, a pesar de que literariamente hablando maneja diversas voces narrativas. Creo que en definitiva no es mi tipo de lectura, tanto que ni siquiera lo terminé de leer y estoy pensando en intercambiarlo en algún trueque de libros.
Asistí a la presentación literaria y los comentarios de los presentadores y del propio autor me hicieron creer que estaba ante una novela policiaca estilo mexicano, lo cual me llamó la atención, pues hasta ahora las novelas policiacas que he leído son de autores ingleses o norteamericanos, y tenía curiosidad por ver una historia de ese corte ambientada en México.
Además tenía el antecedente de que el autor es guionista de telenovelas y series de TV, así que no podía sonar tan mal.
La premisa en sí, también llamaba la atención. Era un lugar ficticio ubicado en la frontera de México, en Sonora, donde ocurrían feminicidios y un policía se daba a la tarea de investigarlos, al mismo tiempo que luchaba contra sus propios demonios internos. La trama se enredaba con cuestiones religiosas y psicológicas.
Sin embargo, conforme fui leyendo el libro me sentí incómoda. Demasiado escatológico y crudo. Siento que los autores varones mexicanos pecan en narrar historias poniendo a fuerza el realismo mágico y mezclando fluidos corporales como elemento "sexoso". Nada más se ven escenas de semen, de sangre, orina, hombres jalándose el pito, hombres violando a mujeres, arrancándoles los pezones a mordidas, matándolas...
A las mujeres las retratan como seres ignorantes, que se enamoran del viejo panzon prieto prepotente con autoridad y se entregan a él para luego ser traicionadas o asesinadas. Las ponen como portadoras de enfermedades. Como enfermeras dominatrix dispuestas a bajarse los calzones para que tengan sexo con ellas. O como brujas con aspecto de gárgolas que hacen brujerías para favorecer a los caciques del pueblo. A las más desafortunadas las violan de manera cruel y el autor es muy descriptivo.
No es un libro que me agradó leer, a pesar de que literariamente hablando maneja diversas voces narrativas. Creo que en definitiva no es mi tipo de lectura, tanto que ni siquiera lo terminé de leer y estoy pensando en intercambiarlo en algún trueque de libros.