lunes, 21 de febrero de 2011

Morir trabajando

He tenido un chingo de trabajo, al grado de que sentía que mi cabeza iba a estallar, porque me dolía el cerebro.

Pero después de leer esta noticia, ya hasta miedo me dio. :S

¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?

Muere en su cubículo un viernes y se dan cuenta hasta el sábado

¿Alguna vez has sentido que nadie te toma en cuenta en tu trabajo? Mínimo se dan cuenta que estás respirando.

Una mujer en Los Ángeles, California, murió en su cubículo el viernes pasado, pero sus colegas se dieron cuenta hasta el sábado, publicó la revista Time.

La mujer de 51 años llamada Rebecca Wells trabajaba en el Despartamente de Servicios Internos, donde estaba realizando una auditoria, cuando murió repentinamente el viernes.

Las autoridades aún no determinan la causa de muerte, pero sus colegas recuerdan que “siempre estaba trabajando”.

Fuente: Publimetro

domingo, 20 de febrero de 2011

Milonga

Hace como un año más o menos me invitaron a una milonga. No recuerdo si lo mencioné aquí en el blog, pero pues hoy se los voy a platicar.

Resulta que el hermano de una amiga de una amiga estudiaba ballet. Dicho cuerpo de baile organizó una milonga, que es en pocas palabras, bailar tango.

Antes de que me pregunten: no, yo no bailé tango. No sé bailar eso. Nada más fui a ver. Pero realmente estuvo interesante la presentación.

Fue en un patio de la UR, al aire libre, en una vieja casona, a la luz de la luna y de las velas. En el centro, se ambientó un bar de Argentina, con sus mesas, con sus mujeres de vestidos entallados abiertos por un lado y que dejaban al descubierto una de sus piernas, y sus tacones de aguja. Del otro lado, hombres de traje con sacos de hombreras anchas y sombreros.

Había música y un poeta que declamaba versos sobre el tango y Gardel.

Al ver todo eso me quedé pensando, cómo el baile tenía tanto significado, el cortejo era un arte. Ahora se ha perdido todo eso, todo ese romanticismo, toda esa "cacería" que emprendía el hombre para seducir a la mujer amada, conquistándola con un baile sensual. Ahora a las mujeres se les enseña a bailar como teiboleras para atraer al hombre, incluso hasta dan clases de tubo (pole dancing) siendo que en otros años, era el hombre el que se esmeraba por bailar seductoramente, para así llamar la atención de la mujer. A la gran mayoría de las mujeres (me incluyo) nos atraen los hombres que les gusta y saben bailar.

En fin. En esta sociedad loca, lo único que nos queda es acercarnos de vez en cuando a estas presentaciones, para tener una probadita de lo que el cortejo, el amor y baile algún día fueron.


sábado, 19 de febrero de 2011

Steve Jobs

La primera vez que escuché sobre Steve Jobs, fue cuando mi amigo, que es ingeniero en sistemas, lo mencionó.

Mi amigo es un mega fanático de los productos de la Apple, desde los Ipod hasta las Mac, pues nunca se cansa de describirme las grandes maravillas que tienen esos productos,( a veces incluso le digo que, efectivamente, parece vendedor por la manera tan entusiasta en que me describe las características de esos aparatos).

Sin embargo, la primera vez que me mencionó a Steve Jobs no fue para referirse a él como el creador de las Mac, sino para mostrarme un discurso que él dio en la universidad de Stanford hace algunos años.

En dicho discurso, Jobs hace una recapitualación de tres aspectos de su vida, una vida por cierto difìcil de su nacimiento, pues fue hijo de madre soltera y dado en adopción, no a una familia rica, sino a una familia humilde que no pudo costearle la universidad. Aún así, salió adelante, y creó una de las compañías más exitosas y lucrativas del mundo: Apple. Sin embargo, a los 30 años, en pleno apogeo de su carrera, fue echado de la empresa que él mismo había creado, y se vio obligado a empezar de cero, pero este periodo le sirvió para dos cosas: para conectarse con su creatividad y fue de esa manera que fundó un estudio de animación que hoy por hoy es uno de los más famosos: Pixar, y por otro lado, encontró el amor y conoció a la mujer que sería su esposa. Y el tercer aspecto de su vida: su enfermedad. El cáncer de páncreas que le fue diagnosticado, le hizo valorar más el hecho de vivir, con toda intensidad, como si fuera el último día de su vida.

Hoy acabo de leer una noticia de que los médicos le han dicho que sólo le quedan seis semanas de vida. Lamentablemente, el cáncer siguió avanzando y su estado de salud ya es muy precario. Ojalá mejore. A pesar de todo siento que este hombre nos deja una gran enseñanza de vida y un importante legado: su labor, su trabajo, sus sueños. A mí no deja de asombrarme su espíritu emprendedor y entusiasta, que se sobrepuso a la pobreza, al desempleo, y a la enfermedad, pues aún cuando los médicos le diagnosticaron poco tiempo de vida, él vivió más años de los que le habían predicho.

Es una persona digna de reconocerse, y que en lo personal, me inspira a salir adelante.

Este es el discurso del que les hablaba. Dénse un tiempo para escucharlo. Realmente vale la pena.


miércoles, 16 de febrero de 2011

Monterrey prostituta


Hace rato pasé por la avenida Eugenio Garza Sada, y mi mirada se desvió hacia un colosal edificio de paredes cubiertas de luces de fibra óptica que destellaban centellas de colores como un arcoiris artificial. Estaba flanqueado por proyectores que hacían las veces de faros con haces de luces de un kilómetro. Ni la batiseñal de Batman hubiera sido tan visible como eso. El estacionamiento estaba hasta el tope, no cabía ni un solo alfiler.

Es un casino y hoy fue su inauguración. A mí lo que me sorprende es la tremenda cantidad de personas que acudieron. Hombres y mujeres que creen que con ir a apostar su sueldo en esos lugares dejarán de ser jodidos de una manera divertida y fácil: picándole un botón rojo a una maquinita con monitos y ruidos de trompetas.

Hay como tres o cuatro bibliotecas en Monterrey y su área metropolitana. En cambio, tenemos un chingo de casinos, donde los regiomontanos ilusioriamente creen que por ganar 200, 1000 o 2000 pesos ya salieron de pobres. No se fijan en todo lo que le invirtieron a la pinche maquinita para ganarse esos cuantos pesos. No se fijan tampoco en el mayor recurso que desperdiciaron y que no se les reembolsará jamás: el tiempo. Las horas que pasaron sentados, cuando podrían haber salido a caminar y contemplar los árboles que ahorita ya empiezan a reverdecer; o contemplar las palomas que vuelan entre las calles, o sentarse en una banca a ver pasar a la gente, o comerse un elote con queso y crema, o leer un buen libro, o jugar con sus niños, o platicar con un amigo o amiga, u orar a Dios, o cualquier otra cosa que no sea ir a sentarse a lavar dinero ajeno. Porque para eso son los casinos.

Monterrey pasó a ser una especie de mini-Las Vegas. Todas las noches, Monterrey se maquilla, sale a talonear a las avenidas, a ofrecerse a los mejores postores. Y en las mañanas, amanece como prostituta que se durmió con el maquillaje puesto, con la cabeza despeinada, a recibir los golpes del crimen organizado, que le deja cicatrices en sus calles, en sus edificios, y en su gente, para que luego, al caer la noche, se vista de nuevo de luces y se venda a sí misma.

martes, 15 de febrero de 2011

Economía vs Arte

Cada persona nace con capacidades y habilidades diferentes. Pero qué desventura nacer con ciertas habilidades artísticas (por artísticas me refiero a ARTE, llámese música, literatura, pintura, etc.) que no son apreciadas por la sociedad consumista, en donde constantemente te exigen que seas competitivo y productivo. En estos tiempos el arte ha sido devorado por la tecnología y la economía, así que si uno no tiene habilidades contables, mecánicas, informáticas, o médicas, estás frito. Las carreras mejor pagadas son las que tienen que ver con la informática, las matemáticas y la ciencia. Si naciste con estas habilidades, y si tienes vocación para ejercerlas, excelente, estás en el siglo correcto.

Pero si por el contrario, eres de las almas soñadoras, bohemias, creativas, que escriben versos o literatura, que compones música de orquesta o eres pintor, entonces estarás de acuerdo que naciste en el siglo equivocado, y que estamos nadando contra corriente evitando que nos succione el agujero negro de la economía, porque no somos productivos ni competitivos, esas palabras no nos aplican porque no "producimos" nada ni tampoco competimos en el mercado. Y lucharás, por hacerte un lugar en el mundo usando tus talentos, pero en algún momento, te vestirás con ropa formal y pedirás un trabajo que no te gusta, pero por el que te pagan, todo sea con tal de ganar un sueldo y poder vivir "dignamente". Los sueños quedan entonces en un cajón, el cual a veces abres, para contemplarlos, acariciarlos, jugar con ellos un rato, y después los vuelves a guardar, esperando que la sociedad cambie para poder sacarlos a la luz.

Todos los días te levantas, siguiendo la misma rutina mecánica, vistiéndote de borrego cuando en realidad eres un lobo que aúlla a la luna. Todos los días sueñas con tener el dinero y el tiempo suficiente para no trabajar y dedicar ese tiempo a realizar tu obra de arte, y así dejar de ser anónimo, trascender y ser reconocido. Porque el artista tiene sed de eso, de reconocimiento, de aprecio. Mientras los informáticos y los ingenieros sueñan con ganar mucho dinero y ser jefes o directivos de grandes empresas, los artistas sueñan con que la gente lea sus obras, escuchen su música o expongan sus pinturas en un museo.

¿Y habrá alguien quien te lea, te escuche o te vea? Si ahora la gente sí lee, pero lo que leen son mensajes en facebook (escritos con pésima ortografía), sí escuchan música, pero sonsonetes de una sola nota repetida mil veces que te llevan al borde de la idiotez mental como la canción "Papa Americano", y sí ven, pero no pinturas, sino telenovelas y noticieros amarillistas, en donde hasta los muertos en balaceras ya no se mencionan sus nombres, sino se mencionan por cantidades "ocho, cinco, diecinueve".

Aún así, sobrevivimos, nacemos en familias normales, convencionales, y sólo nosotros somos los que traemos las ondas raras.

Lo más increíble de todo esto, es que Julio Verne lo vaticinó hace más de 150 años, en su obra "París en el siglo XX". Él sabía que esto iba a ocurrir, pero en ese entonces su novela fue rechazada por presentar una visión pesimista del futuro.

Un futuro que ya nos alcanzó.

viernes, 11 de febrero de 2011

la nueva forma de "skrivir"

Con la introducción de los mensajes de texto en celulares, el uso del chat y del messenger, la juventud mexicana, comprendida entre los 12 y 25 años de edad, ha adquirido una nueva forma de escribir, alejada de toda regla ortográfica y gramatical, lo cual ocasiona bastante confusión entre los adultos.

Esto es el resultado, en primer lugar, de la falta de énfasis en la lectura y escritura. Esta generación se acostumbró a los medios visuales, no sabe cómo se escriben las palabras, así que las abrevian mediante el uso de fonemas. Por tal motivo, la Secretaría de Educación Pública lanzó un manual dirigido a los padres, sobre la "nueva escritura" a fin de que estén al pendiente sobre qué es lo que sus hijos están platicando por messenger o facebook.

Este manual lo pueden consultar en esta liga.

http://didactica.dgmme.sep.gob.mx/archivos/Nueva_escritura.pdf

Nos enfrentamos ante una decadencia del lenguaje. En un afán por escribir más rápido, por economizar tiempo, sumado a que poca gente se toma la molestia de leer un libro, actualmente el lenguaje escrito se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza. Me ha tocado ver textos en donde el mismo Word de Office saca una pantalla que dice "Son demasiados errores. Word no puede continuar." Ya para que Word diga eso es porque el texto está de la fregada.

En fin, supongo que algún día en el futuro los antropólogos intentarán descifrar nuestros "jeroglíficos" cibernéticos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Devoradora de libros

Siempre me gustó leer. Aún desde antes de saber hacerlo. Mi mamá me leía cuentos de hadas antes de dormir, y yo los recitaba de memoria. Cuando finalmente supe que la A era la A, la M era la M, y unir el resto de las letras, me sentí feliz.

Mis libros favoritos eran los de lecturas. Los devoré y destrocé todos, literalmente, de tanto que los leía. Cuando nos surtían a inicio del año escolar el paquete de libros, yo leía en un par de días los de lecura.

Después llegaron épocas difíciles. Mudanzas constantes, poco dinero. Pero aún en esas épocas, los libros fueron mis compañeros. Mi papá solía recogernos del colegio en su hora de comida y nos dejaba en la biblioteca infantil, mientras él terminaba su turno de trabajo. Ahí, una vez que terminaba mi tarea, me daba vuelta por los estantes, y comencé a leer... Leer mucho. Incluso saqué mi credencial de la biblioteca y me llevaba a mi casa tres libros por semana, los cuales leía puntualmente y los regresaba para volver a llevarme otros tres, y así sucesivamente. Después, un día se me ocurrió bajar a la biblioteca de adolescentes y adultos. Leí "El lobo estepario" de Herman Hesse a los ocho años. No recuerdo de qué trata, lo único que recuerdo es que un verano lo pasé en casa de mi abuelita leyendo ese libro, sentada en una mecedora.

Con el tiempo, la lectura la fui relegando. En la universidad te llenan la cabeza de conocimientos, que uno tiene que sacrificar el amor a la literatura. Al titularte, entre la rutina laboral, en donde se te exige ser "competitivo"y "productivo" los libros de literatura se abandonan y se empolvan, el placer que infundían sus páginas se diluye en la memoria.

Hoy encontré "El lobo estepario", esta vez en versión digital. Comencé a leerlo, y aún no puedo creer cómo a mis ocho años yo leí completo ese libro. Ahorita siento como si fuera la primera vez que lo leyera, esta vez con otros ojos, con otra mente. Pero algo debió habérseme quedado de todo lo que he leído, porque ahora yo escribo usando las palabras que los libros alguna vez me dejaron.