El fin de semana fui al otro lado, de shopping como quien dice. En la mañana había ido a un buffet pero entre tanta caminata en el mall y otras tiendas, a las 9 de la noche me dio hambre. Fuimos pues a un HEB, a ver qué podíamos comprar para comer. Algo ligero, pues no nos gusta cenar pesado.
Apenas entré, buscaba yo un pollito o algo para solamente calentar y listo. Me sorprendí de que había varios pasillos dedicados a las comidas congeladas.
Sin embargo, el 99% de esas comidas no eran saludables, bueno, al menos no para mí que estoy intentando adquirir nuevos hábitos.
Había pizzas congeladas, nuggets, comida china, salchichas de esas que vienen cubiertas de una capa de pan, cenas para calentar en el micro... pero todo tenía harina, grasas, azúcares... y me sentí como... abrumada, no sé. Tanta comida y no había nada saludable para mí. Hasta que por fin vi allá en un rincón unas cajas de ensalada de lechuga con tomate cherry y queso chedar, y un pollito rostizado. Por fin, comida COMIDA, nada de cosa procesada.
Pensé en que Estados Unidos es un país donde lo que sobra es comida, sin embargo, es comida con muy pocos nutrientes. Lo malo es que lo que verdaderamente nutre es muy caro. Tan solo el pollo me salió en 6 dólares, cuando una cena de microondas costaba la mitad.
Apenas entré, buscaba yo un pollito o algo para solamente calentar y listo. Me sorprendí de que había varios pasillos dedicados a las comidas congeladas.
Sin embargo, el 99% de esas comidas no eran saludables, bueno, al menos no para mí que estoy intentando adquirir nuevos hábitos.
Había pizzas congeladas, nuggets, comida china, salchichas de esas que vienen cubiertas de una capa de pan, cenas para calentar en el micro... pero todo tenía harina, grasas, azúcares... y me sentí como... abrumada, no sé. Tanta comida y no había nada saludable para mí. Hasta que por fin vi allá en un rincón unas cajas de ensalada de lechuga con tomate cherry y queso chedar, y un pollito rostizado. Por fin, comida COMIDA, nada de cosa procesada.
Pensé en que Estados Unidos es un país donde lo que sobra es comida, sin embargo, es comida con muy pocos nutrientes. Lo malo es que lo que verdaderamente nutre es muy caro. Tan solo el pollo me salió en 6 dólares, cuando una cena de microondas costaba la mitad.