jueves, 13 de junio de 2013

Catfish, el alterego

En MTV transmiten un programa titulado "Catfish, mentiras en la red". Se trata de un joven que acompañado de dos camarógrafos, investigan a petición de alguien, perfiles de Facebook que sospechan que son falsos. Generalmente ocurre porque la persona que solicita la investigación es alguien que ha sostenido por años charlas cibernéticas románticas con alguien desconocido (a) pero ese alguien se niega a conocerse en persona, incluso se niega a poner la web cam. El conductor del programa se pone a investigar... (y "sorprendentemente" el investigado accede de buena gana a ser entrevistado y confrontar al enamorado(a) ).

El 99% de los casos la persona se lleva puros chascos. Van desde la chica que descubre que no existe el guapo chico bronceado del que se enamoró sino que ha chateado con una gorda lesbiana nerd hasta el hombre que descubre que esa sensual rubia en realidad era un negro panzón transexual. En el mejor de los casos, un chico descubrió que sí chateaba con una mujer, pero esta era obesa y con muchos complejos de inferioridad. (bueeno, al menos era mujer).

El hecho de involucrarse mucho en las redes sociales se debe, irónicamente, a la soledad por la que atravesamos los seres humanos. Es una soledad del alma, diría yo. Estamos rodeados de muchas personas, pero nos sentimos solos. No intimamos emocional ni sentimentalmente con alguien. Y la intimidad se ha reducido a un simple contacto sexual.

En las redes sociales es un juego peligroso. Está esa cosa de publicar lo que acontece en cada minuto de nuestras vidas, por intrascendente que sea, como subir una foto de los tostitos con elote que se está comiendo en la oficina, hasta exhibir con descaro infidelidades o flirteos. (eso ya es pendejez, con ganas de querer ser cachado).


Pero bueno, ¿que tan real es lo que suben al facebook? ¿Realmente esa persona es quien dice ser? Eso nunca nos consta. La única manera de conocer a alguien es en persona, escuchándola hablar, viendo cómo se comporta, cómo reacciona, cómo piensa, cómo nos trata.

Yo soy mala socializando en redes sociales, valga la redundancia jajaja. Si alguien me pretende, preferiría que platicáramos en persona, o ya mínimo, mínimo, por teléfono. Sin embargo, no quiere decir que esté peleada con la tecnología, ya que bien usada, las redes sociales son un modo de hacerse publicidad gratis.