miércoles, 1 de mayo de 2013

Reflexiones sobre el día del trabajo

OCC me llena de correos donde vienen artículos acerca de cómo debo redactar mi currículum y cómo debo responder a las entrevistas. En un ambiente laboral como el de Estados Unidos, esos consejos serían la llave del éxito. Pero aquí en México lo dudo mucho, y no soy la única que piensa así. Basta leer las anécdotas que los lectores de ese portal incluyen en la sección de comentarios.

La cuestión es la siguiente. OCC sugiere no poner la edad en el currículum. Perfecto. Pero los reclutadores tarde o temprano se dan cuenta qué edad tienes. En primer lugar, por la experiencia laboral. Si pones que tu primer trabajo fue en 1997, obviamente empezarán a sacar cuentas. En segundo lugar, al momento de la entrevista. Ahí ya te verán físicamente e incluso te preguntarán la fecha de nacimiento y ahí no hay escapatoria, hay que responder. En principio se supone que nadie debe ser discriminado por la edad, sexo, o estado civil, pero eso en Estados Unidos. Aquí estamos en México, señores, y en México la edad es un factor muy importante. Es lo que determina la diferencia entre ser contratado y ser rechazado.

OCC también recomienda señalar tus múltiples estudios, maestrías, doctorados, diplomados, y todo lo que hayas aprendido en la vida. Nuevamente, si viviéramos en Estados Unidos, con tanto estudio hasta te tenderían la alfombra roja. Es más, en países como Canadá, los profesionistas son vistos como personas cultas que pueden acceder a empleos bastante bien remunerados. Un contador allá es casi casi, un millonario. Aquí en México, entre más estudios más se cierran las puertas, porque te consideran "sobrecalificado". Piensan que pedirás un sueldo muy alto, y aunque te doblegues y pidas un sueldo equivalente a lo que gana un albañil por semana, si tienes doctorado, no te contratan. Esa situación se resuelve por medio de recomendaciones de gente poderosa, es decir, palancas. Aunque si tienes palancas, ni siquiera necesitas tanto doctorado...

Ahora bien, OCC se empeña en dar una serie de consejos de cómo responder a las entrevistas laborales. Y ese es el punto que más desazón me causa. Porque al final de cuentas, no puedes ser sincero. Según los tips de OCC, todo se resume a que tienes que decirles a los reclutadores lo que ellos quieren escuchar. Entonces tienes que aprenderte esas respuestas para no regarla en la entrevista. y si ellos te preguntan "¿le gusta trabajar bajo presión?", aunque te mueras de ganas por decir: "no señor, no me gusta. Yo prefiero un trabajo tranquilo donde pueda salir a mi hora para ver a mi familia", tienes que poner sonrisa de chimpancé y responder: "Sí, señor, me encantan los retos." Todo con tal de quedarte con la chamba. Es la verdad.

Irónicamente, al aceptar esas condiciones de trabajo bajo presión y un sueldo por debajo de tus expectativas, te genera mucho estrés, y según los últimos estudios, el estrés genera un desconentento en la empresa, baja productividad y ausentismo.

Así que ni las empresas ganan ni los empleados ganan. Habrá que cambiar el modo de reclultamiento laboral en México, y ser un poco más como Estados Unidos o Canadá, donde aceptan al empleado por sus conocimientos y experiencia, no por su juventud ni por su tolerancia a ser burro de molienda de largas jornadas como en México.