sábado, 10 de junio de 2017

Mujer maravilla



“Lo peor de ser una niña es que no puedes hacer cosas que los niños sí, por ejemplo, me fastidia que no haya ninguna chica presidenta”. 

“Lo peor de ser una niña es ser seducida por hombres” 

“Una cosa que me gustaría hacer pero no puedo porque soy una niña es trepar a los árboles para coger cigarras y libélulas, pero la piel de una niña es más fina y se rasgaría y sangraría si nos cayéramos del árbol”.

Las anteriores frases son dichas por niñas de diferentes partes del mundo (Estados Unidos, Kenia y China, en ese orden) en un video producido por NatGeo. 

En dicho video se recogen opiniones de niños de nueve años, de diferentes nacionalidades. Los niños por lo general se sienten optimistas, fuertes y capaces de aspirar a cualquier profesión. Las niñas en cambio, se les nota resignadas a su destino de ser siempre débiles, pisoteadas y no poder dedicarse al empleo de sus sueños. 

Lo interesante de este video es que fue producido en este año, 2017. Que esta generación de niñas se sienta así resulta preocupante. Significa que la brecha de géneros no se ha borrado, sino al contrario, persiste y se refleja de manera alarmante en el aumento de casos de violencia familiar. 

De acuerdo con los datos publicados por El Norte, entre el 2010 y 2l 2016 las denuncias por violencia familiar aumentaron un 125%, al de 7 mil 910 a 17 mil 773 en la entidad. 

Este delito que puede presentarse de forma física, sexual, psicológica, patrimonial y económica se atribuye a diversos factores culturales y sociales, tales como el machismo y la creencia de que el hombre tiene más poder que la mujer. 

La mujer de este siglo sigue sintiéndose “el sexo débil”. Carece de modelos a seguir, desconoce sus propias fortalezas, su propia fuerza e inteligencia. Se le sigue educando como si fuera alguien frágil, tonta y como si su único valor fuera ser objeto sexual. 

Por eso, resulta inspirador que actualmente se esté proyectando la cinta de “La Mujer Maravilla”, pues es una de las pocas superheroínas a las que se les ha dado el protagonismo que merece. 

El contexto en el cual este personaje fue creado se remonta a la época de la Segunda Guerra Mundial. Hasta antes de los años 40’s, el papel de la mujer era el de ser ama de casa y madre de familia. 

Sin embargo, cuando los hombres fueron llamados a la guerra, las fábricas se quedaron sin mano de obra y ante la escasez de trabajadores recurrieron a las mujeres. Fue ahí cuando ellas se dieron cuenta que eran igual de capaces que los varones para trabajar en diferentes ramos de la industria, como la metalurgia y la ingeniería y en el terreno de la informática, las primeras programadoras fueron mujeres. 

Es en esta época en que nace “La Mujer Maravilla”. Su creador, William Moulton Marston, concibió la idea de crear a un nuevo tipo de superhéroe que triunfaría no con los puños o potencia de fuego, sino con el amor. Fue su esposa Elizabeth quien le sugirió que fuera una mujer. 

Diana, princesa amazona del reino de Themyscira, es una protagonista que demuestra fuerza física y de carácter. 

Hasta este momento, la industria del cine no le había hecho justicia a los personajes heroicos femeninos, pues casi siempre los colocaba como personajes secundarios y con atuendos provocativos.

Pero en este caso, la figura de la Mujer Maravilla rompe esos esquemas, pues inspira a las niñas a luchar contra las injusticias y les demuestra que no hay límites para lograr sus sueños, que se puede ser princesa y guerrera al mismo tiempo, sin perder su esencia.

Esperemos que esto sea el parteaguas para un cambio en la cultura, que las niñas aprendan aprendan a defenderse y se conviertan en mujeres con confianza y seguridad en sí mismas y que los niños aprendan a respetarlas y a tratarlas como sus iguales.