viernes, 16 de diciembre de 2011

Cuento en la página Escrito Semanal

El carro pasaba por aquella carretera, franqueada por árboles centenarios, frondosos, protegidos por la vigilante montaña. El cielo tenía un azul intenso que yo no había visto en mi ciudad natal, solamente ahí, en este país, en donde yo era una extranjera.

Había venido hace un año, a estudiar francés. Lo hice por gusto, porque quería experimentar cosas nuevas, y la idea de estar en Canadá me llamaba la atención.

Llegué sin conocer a nadie, acompañada únicamente de mis maletas y mis libros. Me quedé a vivir en un pequeño departamento, en Quebec. Y fue ahí donde lo conocí, a Vincent, mi vecino, un muchacho de mi edad, rubio y de ojos azules.


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2 comentarios:

Chica de mente ocurrente dijo...

uuu es sexoso??? ntc... no puedo leerlo pq tengo la pag bloqueada :(

. dijo...

jajaja, pues no exactamente, pero si tiene final feliz.

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