viernes, 18 de mayo de 2012

Parecen pelaos

El otro día platiqué que los hombres están agarrando unas actitudes tan de niñas, que las mujeres en las pláticas de cafecitos dicen de ellos “parecen viejas”. Pero tampoco ellas se quedan atrás. Las mujeres, por lo menos las regias, están empezándose a portar como hombres. Y no, no me refiero a que se hayan vuelto lesbianas y marimachas, eso no. Me refiero a que han agarrado pasatiempos y actitudes que antes eran exclusivas de los hombres.

Una de ellas, (y la más me molesta por cierto), es que se hayan vuelto futboleras. Cada vez es más frecuente escuchar a viejas hablando de la liguilla, de los equipos de Tigres, Rayados, del Chupete, del Suazo, y otros jugadores más, sacan cálculos, estadísticas, pronósticos de quién llegará a las finales. Y lo peor, es cuando se toman muy a pecho que digas algo de sus equipos. Se enojan porque alguien se burla de sus sagrados Tigres o Rayados, y hacen apuestas o lanzan amenazas.


De huevaaaaaaa!!! A mí, en lo personal, todo eso me aburre, pero lo tolero en los hombres, porque al fin y al cabo, son hombres. Pero en las mujeres siento que nomás quieren “sentirse iguales” a los hombres. Si, no faltará la lectora enojada que ahorita me raye la madre después de leer este post. Pero si lo hace, entonces probará mi teoría de que se toman muy a pecho las cuestiones futboleras.

Pero hay otras actitudes que hacen que la mujer parezca pelao. Por ejemplo, cuando ella manda arreglos florales al novio cuando él cumple años. WTF! ¡Si nosotras estamos para recibir flores, no para mandarlas! Una cosa es regalarle un pastelito, un reloj, una corbata, y otra muy distinta mandarle un arreglo floral de 100 rosas con globos y toda la madre. Ahí sí, de plano, la mujer parece pelao.

Otra actitud es cuando ella suele ir por él a recogerlo a su casa, o cuando ella paga la cuenta, porque él “nunca tiene dinero”. La vieja parece pelao. ¿Qué tiene que andar haciendo ella de proveedora?

Y lo más lamentable: una mujer parece pelao cuando toma alcohol en las mismas cantidades que un hombre, fuma igual que un hombre, y dice maldiciones a diestra y siniestra como un hombre.

Chicas, no somos pelaos, somos mujeres. Hay que portarnos como damas. Ser femeninas, coquetas, cariñosas. Y no lo digo porque sean paradigmas. Igual y nosotras tenemos mucha inteligencia como para ser doctoras, arqueólogas, biólogas, políticas, arquitectas, o lo que queramos ser. Lo que digo es que trabajar en un mundo de hombres, no nos debe convertir en uno de ellos.

2 comentarios:

Ricardo Marin dijo...

Los tiempos cambian.

¿Por qué te molesta?

Mientras tu estes agusto de como eres que cada uno haga con su vida lo que quiera mientras no jorobe a los demás.

Chica de mente ocurrente dijo...

hola R!
pues... a mi si me gusta mandarle flores a mi viejo (no el arreglo de 100 con globos y eso) pero se me hace un buen detalle muy de vez en cuando... tmb comparto los gastos de las salidas y a veces lo invito cuando no tiene dinero... asi como el va a mi casa y lava los trastes o en ocasiones me ha sorprendido haciendo el quehacer completo de mi casa! creo que lo ideal es buscar el equilibrio no crees? unas x otras... saludos!

Publicar un comentario

El blog se alimenta de los comentarios de los lectores. Dale de comer.