martes, 9 de abril de 2013

El arte

Hay un dicho entre escritores que dice más o menos así: "no importa el tema, lo que importa es cómo lo cuentes."

Creo que lo mismo aplica para la fotografía.

El otro día fui al museo Marco, y tenían varias exposiciones muy interesantes, como la de los hermanos Campana o la de Ignacio Salazar. Pero entre los artistas que expusieron había unas fotos que a mí me dieron la impresión de que eran fotos familiares pero ampliadas. Es como si yo de repente expusiera las fotos de mi familia en las bodas, todos bailando o comiendo y los niños dormidos en la mesa. Me quedé viendo esas fotos, pregutándome qué había de artístico en eso. Ahí es donde me entra la duda, de que si yo seré la inculta por no entender el arte o si alguien quiere hacer pasar por arte algo que es mundano.

Miré el nombre de la fotógrafa. Yvonne Venegas. Baja California.

¡Ah! Se me prendió el foco. Es la hermana gemela de Julieta Venegas.

Me puse a pensar que debe ser difícil ser la hermana gemela de alguien famosa. Intentar destacar por encima del mundo del espectáculo, en otro mundo difícil que es el arte.

Pero ¿fotos familiares? De veras, por más que traté de verle el lado artístico a su álbum familiar, no se lo encontré, porque no vi contrastes de luces, ni claroscuros, ni perspectivas. Ni siquiera vi que tuvieran alguna temática en común. Eran fotos así tal cual.

Pero quizá sea mi ignorancia.

Lo que sí puedo decir es que disfruté muchísimo las exposiciones de Ignacio Salazar, que son una serie de pinturas con matices arquitectónicos y surrealistas. Me daba la impresión de que yo estaba adentro de la pintura. Muy detalladas, muy minuciosas. También disfruté mucho de la exposición de los hermanos Campana, unos diseñadores de muebles, que echan mano de materiales inimaginables, como cartón, hilos, fomi, hasta muñecos de peluches. Es una exposición bastante colorida y divertida. Hasta me daban ganas de llevarme algunos de esos muebles a mi casa.

Quizá el arte sea cómo lo aprecies. Cualquier cosa, por mundana que sea, ya sea que te cause una emoción de alegría o repulsión, ya cumplió con su cometido.

Yo por mi parte, al terminar de ver la exposición, me apoyé en un balcón que daba hacia la fuente principal, pensando en lo que me había ocurrido ese día.  A veces en un museo se puede encontrar la inspiración.

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