viernes, 1 de febrero de 2019

El día que me encontré una mariposa dorada

Cuando tenía 5 años tenía mucha suerte. Solía encontrarme cosas tiradas. La mayoría de las veces eran monedas (aunque una vez me encontré un billete). Pero la mejor cosa que me encontré fue una mariposa dorada.
Iba caminando y brincando por la calle Morelos, en el centro de Monterrey. Iba de paseo con mis papás y mis hermanitos.
De pronto algo llamó mi atención. Era algo dorado y brillante. Me acerqué. Cuál fue mi alegría que me encontré una mariposa dorada.
En realidad era un broche, que se ponía en la ropa. Yo me emocioné y compartí mi hallazgo con mis papás como si hubiera encontrado un gran tesoro y le pedí a mi mamá que me lo pusiera en mi vestido.
Todavía conservo la mariposa dorada. Ya han pasado muchos años, pero sigue igual que como cuando la encontré. Es un tesoro que remonta a mi infancia y a días felices.


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