Que ondas, no habia actualizado el blogatzo porque como es puente, emprendi el clásico éxodo de todo regiomontando: ir a Mc Allen.
Efectivamente, ahi tuve que madrugar para poder estar desde temprano allá y aún así, tardamos como media hora en cruzar.
Nos echamos un rápido desayuno. Luego nos fuimos a Mercedes, para conocer las outlet. Mucha marca de diseñador y todo, aunque les confieso que yo no me fijo mucho en las marcas. Ropa que me queda, ropa que compro. Es todo. Así que compré poquita ropa, pero lo que si valió la pena fue un reproductor de MP3 super chido, con 16 gigas de memoria y a un buen precio. (Sólo 62 dólares, ya con descuento).
Después comimos ya a eso de las 4 de la tarde... adivinen... sí, el legado culinario de los gringos: una hamburguesa. jajaja... ya después de que me la sirvieron vi el buffet de ensaladas y dije: chin... mejor hubiera pedido ensalada, pero bueno, ya ni modo. De todas maneras no habia tiempo de ir a buffets, ya que veniamos cortos de tiempo.
Al final dejamos las típicas compras de fritos y chocolates. Yo de paso aproveché para comprar artículos femeninos que no encuentro en ninguna tienda de Monterrey.
Ando bien cansada, pero del cuerpo. El dolor de cabeza en cambio se me desapareció.
Por cierto, aunque medio Monterrey andaba allá de compras, todo estuvo bastante ordenado. Todos manejando bien, tranquilo. Cero ruidos de ambulancias. Cero sonidos de claxon...
"¿puedes oír?"
"¿qué cosa?"
"¡El silencio! No hay accidentes, no hay ambulancias, no hay patrullas"
"¡Es cierto!"
Entonces pensé que todos aquellos mexicanos que tienen la fortuna de vivir en pueblitos en el extranjero tienen una vida de lujo.... wow, cuanta tranquilidad, cuánta limpieza, cuánto orden... creo que tal vez si podría adaptarme a la idea de irme de inmigrante un día de estos.
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