sábado, 19 de junio de 2010
El movimiento Slow
Hoy fui con la nutrióloga y me fue muy bien. Bajé 1.5 kilos y además, bajé de talla (de hecho esto último es lo que más me entusiasmó, ya que bajé 6 cm de abdomen).
Me felicitó y aparte me dio más recomendaciones.
Pero lo que me llamó la atención fue algo que mencionó sobre un nuevo movimiento que está tomando auge en Estados Unidos. Se llama el movimiento Slow. Se trata de que la gente haga las cosas más despacio, en todos los aspectos de su vida. Desde comer, hasta trabajar o manejar. Las personas se comprometen a no usar reloj, a no usar celular y a no usar la computadora más que lo estrictamente indispensable. (Yo más bien lo denominaría, movimiento Unplugged jeje).
Aparte, se comprometen a consumir alimentos orgánicos, libres de conservadores artificiales, a practicar la relajación y a caminar por espacios verdes, y a ir al trabajo en bicicleta.
Los resultados son que la gente vive más sana. Y que todos los que se han integrado al movimiento se adelgazan y se mantienen en forma. Así, sin grandes esfuerzos. También que reducen las enfermedades, y creo que el mejor beneficio de todos es que viven relajados y sin estrés.
Wow, que dichoso sería esto si se aplicara en México. Desafortunadamente, por lo que se refiere a la cuestión laboral, aquí no aplica. Exigen de más, se plantean metas imposibles y contratan a muy poco personal para llevarlas a cabo. Y presionan a los empleados a sacar todo el trabajo, no importa a qué horas, si es necesario, hay que quedarse (como me sucedió en esta semana, que estuve trabajando hasta bien tarde).
Aquí en Monterrey es conocido como la peor ciudad del mundo para manejar. Ya que todos son unos cabrones que manejan bien recio. Si vas a 60 km por hora en una calle, el de atrás te va sonando el claxon. Si vas en bicicleta es bajo tu propio riesgo.
Aquí se vive de prisa. Monterrey es un semidesierto, de por sí no tienen naturaleza, y la poca naturaleza que hay la destruye el hombre, haciendo fraccionamientos y edificios. Los pocos arboles que existen nadie los riega (sólo Dios, cuando manda la lluvia).
El celular y el reloj son impresindibles en la vida de un regiomontano, al grado de que una persona puede cargar no sólo un celular, sino dos o tres, o un blacberry, o un i-phone, o una laptop para seguir trabajando en casa o mientras te tomas un café en algún restaurante.
Súmale a eso que la gente no consume verduras, que prefiere comer comida chatarra, y que no hace ejercicio. Entonces aquí tenemos el resultado: somos una ciudad llena de gente obesa, estresada, neurótica y violenta.
Me propuse de que si bien en mi trabajo no puedo controlar las exigencias y presiones, al menos aquí en la casa me relaje totalmente. Mi alimentación la estoy cuidando mucho. El ejercicio lo he abandonado, pero pienso retomarlo muy pronto. También planeo convertirme en una persona tranquila (wey, eso es lo más difícil pero voy a intentarlo jaja).
Comer despacio, escuchar música más lenta, hacer todo más conscientemente, sin prisas. Quizá también deje de conectarme tanto al internet por las noches.
A propósito, sobre el movimiento Slow, estuve investigando y encontré este link donde lo explican mejor. Ahí se los dejo por si quieren consultarlo.
http://www.aat.org.ar/Slow_mundial.htm
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