domingo, 13 de noviembre de 2016

Metí la pata

Hace mucho que no entraba al blog, pero creo que nadie se ha dado cuenta de mi ausencia.

Han pasado varias cosas. La primera, renuncié a mi trabajo y ahora estoy como freelancer y home-office. Puse un negocio en casa, un despacho contable. La verdad, me decidí a dar este paso porque en mi anterior trabajo pagaban muy poquito y la carga de trabajo era demasiada. Me puse a hacer números. Vi lo que cobraba mi jefe a los clientes que yo le llevaba, y me di cuenta lo que el ganaba gracias a mi trabajo venia siendo 6 veces más de lo que él me pagaba de sueldo. Y pensé que en ese caso, mejor trabajar por mi cuenta. Tal vez al principio tendré que ajustarme el cinturón pero confío en que todo vaya creciendo.

Sin embargo.... pues no todo es color de rosa en la vida de Rocío, y pues tuve un accidente una semana después. Me caí de un escalón, tropecé con los tacones y tuve una caída muy aparatosa.  Me lastimé una rodilla y me fracturé un pie. Así que ahorita estoy en reposo obligado absoluto. Uf, qué aburrido. Estoy acostumbrada a la vida sedentaria, pero de eso a ser 100% sedentaria, en el sentido de estar acostada o sentada todo el día... es pesadísimo. Así que ahorita estoy orando y haciendo decretos y visualización para recuperar mi salud lo más rápido posible.

Así que con demasiado tiempo libre y sin poder salir a ningún lado, estoy aquí, amables lectores, retomando un poco el blog.

Ahí platicamos luego.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

El blog se alimenta de los comentarios de los lectores. Dale de comer.