Continuando un poco con el tema del lenguaje corporal, descubrí que aunque por dentro me considere una mujer apasionada y deseosa de explotar mi sexualidad, hay ciertas posturas que adopté inconsientemente y que hacían que reflejara una imagen contraria a lo que deseo proyectar. Estas son las siguientes:
Cruzarme de brazos. Esta postura lo que indica es que te aíslas de los demás.
Cubrir mis senos con los brazos cuando estoy platicando con un hombre.
cruzar mis manos frente a mi sexo, también protegiendo.
Que cuando un hombre se acercaba a mí, hasta quedar casi a centímetros, me congelaba y me apartaba para evitar rozar con él.
Estas posturas deben utilizarse cuando en realidad deseas protegerte, por ejemplo, si cierta compañía te resulta desagradable, estas posturas denotarán tu desagrado y marcarán a tu interlocutor que deseas privacidad o que debe retirarse.
Sin embargo, si lo que deseas es obtener acercamiento a esa persona, deben evitarse.
Así que en mi caso, desde que me enteré de las sutilezas del leguaje corporal, ahora cuando estoy hablando con un chico que me interese, procuro no adoptar esas poses, y sobre todo, sonreír y mirar a los ojos.
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