Una vez estaba con una amiga en la calle Morelos, afuera de una tienda de mascotas llamada la jungla de Timo, y se nos acercó un vendedor callejero que nos ofreció un cachorro, a un precio de 1,500 pesos, y hasta nos lo vendía con su "acta de nacimiento". Neta. Traía un papel igual a las actas que da el registro civil, obviamente hecho en computadora, pero que era el acta de nacimiento "oficial" del perro. =S
El perro que nos vendía era perro de mescolanza de razas, y probablemente sin vacunar y sin desparasitar. Pero el hombre estaba friegue y friegue en que se lo compráramos. Al final, ante nuestra negativa, se fue. Sin embargo, no es un hecho aislado. Cada fin de semana en la carretera Nacional se estacionan vendedores de cachorros, y los traen exhibiendo como si fueran costales de naranjas, alzándolos frente a todos los automovilistas que pasan. Algunos se los compran, pues nunca falta el niño que quiere un perrito para jugar. Desafortunadamente, cuando se les pasa la novedad, echan el perro a la calle y se convierte en una plaga. Es bastante común ver perros atropellados en las avenidas, precisamente porque los abandonaron. No hay una cultura para el cuidado de las mascotas, en muchos sentidos. Muchos mantienen al perro encerrado en callejones, hasta que llega un momento en que el perro se vuelve muy neurótico y agresivo de tanto encierro. Otros que sí pasean a las mascotas en los parques públicos, permiten que el perro se haga popó en medio de las banquetas, y dejan los excrementos ahí, no se llevan ni siquiera una bolsita para recogerlos y echarlos en un contenedor de basura. No tienen el mínimo respeto por los demás paseantes, incluidos niños que juegan en los parques. Así que hace falta concientizar más a la población sobre el cuidado de las mascotas, al menos aquí en nuestra ciudad.
El perro que nos vendía era perro de mescolanza de razas, y probablemente sin vacunar y sin desparasitar. Pero el hombre estaba friegue y friegue en que se lo compráramos. Al final, ante nuestra negativa, se fue. Sin embargo, no es un hecho aislado. Cada fin de semana en la carretera Nacional se estacionan vendedores de cachorros, y los traen exhibiendo como si fueran costales de naranjas, alzándolos frente a todos los automovilistas que pasan. Algunos se los compran, pues nunca falta el niño que quiere un perrito para jugar. Desafortunadamente, cuando se les pasa la novedad, echan el perro a la calle y se convierte en una plaga. Es bastante común ver perros atropellados en las avenidas, precisamente porque los abandonaron. No hay una cultura para el cuidado de las mascotas, en muchos sentidos. Muchos mantienen al perro encerrado en callejones, hasta que llega un momento en que el perro se vuelve muy neurótico y agresivo de tanto encierro. Otros que sí pasean a las mascotas en los parques públicos, permiten que el perro se haga popó en medio de las banquetas, y dejan los excrementos ahí, no se llevan ni siquiera una bolsita para recogerlos y echarlos en un contenedor de basura. No tienen el mínimo respeto por los demás paseantes, incluidos niños que juegan en los parques. Así que hace falta concientizar más a la población sobre el cuidado de las mascotas, al menos aquí en nuestra ciudad.
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