El otro día fui a una reunión de emprendedores. La mayoría eran jóvenes más chicos que yo, no pasaban de los treintas. Todos tenían un proyecto o negocio incubando y mucha motivación, pero mucha inexperiencia.
Me sorprendió mucho ver que no había gente de 35 años en adelante, cuando se supone que ya tenemos los conocimientos, los estudios, la experiencia y el dinero (o al menos la forma para financiarlo) para emprender un proyecto.
Dicen que los nacidos entre finales de los 70's y principios de los 80's (que nos llaman la generación X), somos más de la idea de trabajarle a un patrón. Aceptamos condiciones de trabajo sin negociarlas, nos adaptamos fácilmente a la tecnología (dado que a nosotros nos tocó ver el nacimiento de las computadoras y el Internet). Pero carecemos del sentido de liderazgo y empresarial, porque tenemos rezagos de la generación anterior, la de los yuppies quienes creían que el éxito radicaba en obtener un buen trabajo, matarse en largas jornadas y ser competitivos para ascender rápidamente.
Sin embargo, este esquema de trabajo ya no nos funciona a nadie. Por muchos motivos. Citaré algunos.
FALTA DE RECOMPENSA SALARIAL. Los jefes han visto muy favorable que los empleados se queden trabajando hasta tarde, pero no pagan horas extras. Incluso hay algunas empresas en donde te ven con malos ojos si sales a tu hora de salida.
FALTA DE CRECIMIENTO PROFESIONAL. Las empresas tienen una jerarquía muy rígida y basada muchas veces en intereses personales. Benefician a los hijos, a los amigos, a los compadres, por encima de los empleados que demuestran capacidad profesional.
FALTA DE FLEXIBILIDAD. Esta aplica a todos, pero especialmente a las mujeres. Muchas de ellas al ser madres de familia se ven limitadas entre si ir a trabajar o dedicarse al hogar, ya que las empresas no ofrecen empleos de medio tiempo ni tampoco conceden muchos permisos.
Es por eso que las nuevas generaciones, digamos que los nacidos desde mediados de los 80's hasta mediados de los 90's apuestan más por freelancear o en crear pymes. Que fue lo que me tocó ver en esa reunión, muchos jóvenes que tienen interés en ser sus propios jefes. Sin embargo, todavía les falta la experiencia de la vida y sobre todo, el conocimiento sobre cómo lidiar con la burocracia y todos los trámites que implica, que van desde darse de alta en Hacienda, o cómo importar o exportar mercancía o equipo para fabricación, cómo registrar una marca o una patente....
México es un país con muchos recursos, pero lamentablemente con legislaciones y autoridades que imponen demasiados requisitos para echar adelante un negocio.
No obstante, me dio gusto saber que hay una nueva generación dispuesta a cambiar la economía de este país, a través de sus propios pequeños negocios. Espero yo también formar parte de ellos. Aunque pertenezco a la generación X, no me quiero estancar, me quiero subir al tren de vida de los Millenials.
Me sorprendió mucho ver que no había gente de 35 años en adelante, cuando se supone que ya tenemos los conocimientos, los estudios, la experiencia y el dinero (o al menos la forma para financiarlo) para emprender un proyecto.
Dicen que los nacidos entre finales de los 70's y principios de los 80's (que nos llaman la generación X), somos más de la idea de trabajarle a un patrón. Aceptamos condiciones de trabajo sin negociarlas, nos adaptamos fácilmente a la tecnología (dado que a nosotros nos tocó ver el nacimiento de las computadoras y el Internet). Pero carecemos del sentido de liderazgo y empresarial, porque tenemos rezagos de la generación anterior, la de los yuppies quienes creían que el éxito radicaba en obtener un buen trabajo, matarse en largas jornadas y ser competitivos para ascender rápidamente.
Sin embargo, este esquema de trabajo ya no nos funciona a nadie. Por muchos motivos. Citaré algunos.
FALTA DE RECOMPENSA SALARIAL. Los jefes han visto muy favorable que los empleados se queden trabajando hasta tarde, pero no pagan horas extras. Incluso hay algunas empresas en donde te ven con malos ojos si sales a tu hora de salida.
FALTA DE CRECIMIENTO PROFESIONAL. Las empresas tienen una jerarquía muy rígida y basada muchas veces en intereses personales. Benefician a los hijos, a los amigos, a los compadres, por encima de los empleados que demuestran capacidad profesional.
FALTA DE FLEXIBILIDAD. Esta aplica a todos, pero especialmente a las mujeres. Muchas de ellas al ser madres de familia se ven limitadas entre si ir a trabajar o dedicarse al hogar, ya que las empresas no ofrecen empleos de medio tiempo ni tampoco conceden muchos permisos.
Es por eso que las nuevas generaciones, digamos que los nacidos desde mediados de los 80's hasta mediados de los 90's apuestan más por freelancear o en crear pymes. Que fue lo que me tocó ver en esa reunión, muchos jóvenes que tienen interés en ser sus propios jefes. Sin embargo, todavía les falta la experiencia de la vida y sobre todo, el conocimiento sobre cómo lidiar con la burocracia y todos los trámites que implica, que van desde darse de alta en Hacienda, o cómo importar o exportar mercancía o equipo para fabricación, cómo registrar una marca o una patente....
México es un país con muchos recursos, pero lamentablemente con legislaciones y autoridades que imponen demasiados requisitos para echar adelante un negocio.
No obstante, me dio gusto saber que hay una nueva generación dispuesta a cambiar la economía de este país, a través de sus propios pequeños negocios. Espero yo también formar parte de ellos. Aunque pertenezco a la generación X, no me quiero estancar, me quiero subir al tren de vida de los Millenials.
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