Había una vez un niño, que durante las horas de clase, se ponía a rayar las portadas de las libretas scribe , (esas en donde salían fotos de chavas). Les dibujaba bigotes, las ponia chimuelas, cejudas.
¿De qué manera podía rebelarse un niño, cuyo papá ya era un artista?
Fácil: convirtiéndose en tatuador.
Pues hoy me tocó ver la exposición en MARCO del Dr. Lakra, cuyo verdadero nombre es Jerónimo López Ramírez y es hijo de Francisco Toledo. Sin embargo, el chavo para que no lo ligaran con su famoso papá, decidió ponerse el alias del Dr. Lakra, por aquello que lacra es como una huella, y porque le gusta entrarle a la onda de los tatuajes.
La obra de este chavo es recoger fotos de revistas o pósters, y dibujarle a las personas tatuajes. Él trabajó por un tiempo en cárceles estadounidenses, y de los reos aprendió el significado de cada tatuaje. Con el tiempo, se interesó en tres tipos: los maories, los tailandeses y los de la mara salvatrucha. Así podemos ver imágenes de mujeres desnudas o de luchadores, todos tatuados y con imágenes demoniacas alrededor. La entrada no es apta para niños, por el hecho de que hay mucha foto de vieja encuerada tatuada. (La verdad, yo no veo por qué tanto escándalo... son viejas encueradas ¿y que? nomás pongan el programa de Recta con las viejas que bailan reguetón y salen enseñando hasta lo que no).
Esta obra ha atraído multitudes de emos y darketos a la sala, además de los típicos conocedores del arte como yo (ajá... jeje).
Nadie sabe por qué una obra como esta está exhibida en Marco. ¿quizá si pesa el apellido familiar?
Sepa... Pero bueno, dénse la vuelta, si quieren ver algo diferente. Claro que los que se van a dar taco de ojo con las obras son los hombres...
Bueno, me río de mí misma ¿qué mas puedo hacer? El sábado pasado unas amigas andaban con que querían que nos juntáramos para ir a comer, así que fui. Pero, oh sorpresa, en el mundo de Rocío todo sucede al revés, no vinieron ninguna de las dos. Una porque se sintió mal y la llevaron con el doctor, la otra porque salió a pasear con su marido. Así que como ya estaba en el Neuken (un restaurante de comida argentina) pues me quedé ahí. Así que les voy a dar mi reseña.
Estaba lloviendo, y el aire estaba fresco, raro en Mayo pero ideal para pasar el rato disfrutando de una buena comida. El restaurante es pequeño, un local diminuto, elegí la planta baja, porque también tiene terraza. Bajé por unos escalones, y sentí como si entrara a una cueva, dado que en las paredes tienen rocas tipo estalactitas. Pasé al área de bar, un espacio pequeño, muy íntimo, iluminado a la luz de las velas, escuchando música de Cerati.
Tomaron mi orden, y elegí lo típico: empanadas argentinas que tenían nombres curiosos: Che, Milonga, etc., acompañado de un agua de jamaica. Después me lamenté de no haber ordenado un vino tinto, pero ya ni modo.
Me senté junto a una ventana, para apreciar la calle. El cielo nublado, las casas de estilo antiguo, un árbol grande, la gente que caminaba bajo la lluvia. Se tardaron en traer mi orden, pero finalmente trajeron las empanadas, que estaban muy ricas, crujientes, calientes, de queso y carne.
Había grupos de amigas, o de amigos, y también parejas que se sentaban juntas, casi abrazadas, para compartir el espagueti como la Dama y el Vagabundo. Miré por la ventana, intentando apreciar mi soledad, intentando sentirme bien a pesar de no tener compañía. Y bueno, no estuvo tan mal después de todo. Hace mucho que no pasaba tiempo conmigo misma. Miré por la ventana. Las llamas de las velas danzaban en la calle. Era tan sólo un reflejo, pero me gustó cómo bailaban bajo la lluvia.
Al final, después de pagar la cuenta, salí, a mojarme yo también.
Por la época de los 80's, veinte años antes de que existieran las Bratz y cuando Barbie era un monopolio en la industria juguetera para niñas, tal como ahora lo es Bill Gates con las computadoras, existió una muñeca que se llamaba Jem.
Esta muñeca salió junto con la caricatura. Se trataba de una chava que se convertía en cantante con sòlo ponerse unos aretes mágicos y que junto con sus amigas, tenía un grupo llamado "las holograms" (algo así como las Flans). Tenían como rivales a un grupo de rockerillas llamadas las Misfits.
Santa Clós me trajo dos muñecas, la Jem y otra monilla llamada Kimberly. A diferencia de las Barbies, las muñecas Jem eran unas muñecas toscotas, de extremidades gruesas, nada que ver con las anoréxicas chichonas Barbies. Aparte, tenían el plus de que en el caso de Jem tenía sus aretes mágicos de foquitos que se prendían y apagaban con un switch. Y la Kimberly tenía su cassete (¡cassete!, no manches, para las nuevas generaciones que no saben que es eso, denle clic aquí).
Las canciones duraban un minuto y tenían letras bien bobas y simplonas. He aquí la del tema de la caricatura.
Jem es vibrante, uuu Jem es aventura uuu moda y fama, glamour y belleza Jem es fabulosa, super super fabulosa ooooh, Jem ritmo vibrante, es vibrante me llamo Jem nadie es igual a mi me llamo Jem
o_O
jajajaja, no puedo creer que yo cantaba eso todo el día con la muñeca en la mano. Cómo debo haber hartado a mi mamá haciendo sonar ese cassete todo el santo día.
¿Que qué pasó con mis muñecas? Bueno, ahí las tengo todavía, pero en el caso de Jem, la cara se puso verde. Lo que pasa es que yo un día jugaba a que Jem iba a un salón de belleza a ponerse una mascarilla, y le puse plastilina encima. Y como la plastilina era verde...
Por fin terminé de leer esta obra de Gabriel García Márquez. Me la aventé en una semana. Pero me parece muy difícil reseñarla.
Es la historia de la familia Buendía y sus siete generaciones, los hijos, los nietos, los bisnietos, los tataranietos. Todos se llaman igual, así que durante varias generaciones veremos los nombres de José Arcadio, Aureliano, Amaranta, Remedios y Úrsula en todas las combinaciones posibles. Abarca varios periodos históricos, desde la fundación del pueblo ficticio de Macondo, hasta su esplendor y decadencia.
Sólo hasta el final comprendes el por qué del título del libro, bueno, yo lo vi vislumbrando a lo largo de la trama. Todos son seres solitarios, que no saben amar.
En mi opinión muy muy muy personal, la trama me pareció densa, difícil de leer porque te confundes con quién es quién en la historia. Pero entre lo que le puedo aprender a García Marquez es la maestría con que maneja el lenguaje, rico en sensaciones, imágenes, símiles, metáforas. La complicada psicología de todos los personajes, y cómo fue hilvanando cada una de las historias para formar un todo.
Yo por mi parte, declaro que ya no volveré a leer sagas de familias atormentadas. Después de leer Cumbres Borrascosas con los Heathcliff, La Casa de los Espíritus y la familia Trueba y ahora los Buendía de Cien Años de Soledad, declaro que a partir de ahora sólo leeré historias que sean de pocos personajes. Al menos por un buen tiempo.
Yo no creía, estaba sumergida en la necedad total. Yo pensaba que un día llegaría un hombre a hacerme feliz. Yo pensaba que él desterraría la soledad y llenaría el vacío de mi corazón.
Pero...
MENTIRA! No, así no funciona. Lo acabo de comprobar. Uno atrae a sus semejantes, es mentira que polos opuestos se atraen. No. Son los polos iguales los que se atraen. Positivo con positivo. Negativo con Negativo.
Lo sé porque en todos estos años me ha tocado conocer hombres indecisos, que se sienten solos (ya sea por un rompimiento o por falta de pareja), que se sienten vacíos, y que piensan que con una mujer van a llenar ese vacío. (claro que en el contexto masculino, la susodicha tendria que ser una mujer alivianada, que quiera sexo sin compromisos).
Hace días me quejaba de los hombres de Monterrey, incluso quería huir a otro país. Pero después de estar reflexionando, me doy cuenta que no puedo culpar a los demás. Soy yo la que anda mal. Yo no puedo cambiar el exterior. Soy yo la que debo cambiar por dentro.
Así que ahora, pues voy a esforzarme mucho por cambiar por dentro. A enfocarme mucho en mis sueños y metas. A ilusionarme con mi libro, mis escritos. De tal manera que me sienta llena, feliz, plena. Y a como van las cosas, así llegarán a mi vida hombres plenos, felices, completos.
Ayer llegué el museo Marco, y nomás entré, vi un chorretal de gente. Y yo pensando, achis, ¿pos qué pasó aquí? ¿Por qué tanta gente?
La razón es porque ahorita está en exhibición la obra del escultor Ron Mueck. Yo tuve la oportunidad de ir el sábado, la verdad está impresionante.
Se trata de esculturas de figuras humanas. Algunas son pequeñas, otras son tan grandes que abarcan una sala completa. Lo particular de estas obras es que pertenecen al hiperrealismo, o sea, son tan, pero tan reales que lo único que les falta es respirar.
Nomás entré y vi una cabezota de un hombre. Está tan detallada, que hasta cada uno de los vellitos de la barba parecen como si le hubieran crecido. Viéndola de cerca, observé las pestañas, los cabellos, los poros de la piel, hasta un par de espinillas.
Después vi la escultura de una ñora cargando unos palos. Está desnuda y enojada, como pensando: "Pinche marido, me mandó a cortar la leña y encuerada, va a ver el cabrón cuando regrese."
Está otra de una ancianita durmiendo. Otra de un negrito navajeado... ¿cuál más? Ah, una de una pareja acostada, semidesnudos. Tienen cara de que no han tenido trucu trucu desde hace años.
Me imaginé el diálogo.
"Andale vieja, hace mucho que no lo hacemos" "No quiero. Me duele la cabeza." "Andale, antes de que se pase el efecto del viagra." "¡No estés fregando!" "ash"
Las esculturas más gigantescas, la mujer acostada, con cara de preocupación, pensando.
"¿Por qué no me ha llamado? ¿Le habrá pasado algo?"
La del bebote gigante recién nacido. Hasta se le ve un ojo lloroso.
Ah, otra de un viejillo encuerado sentado en un bote, con cara de: "¿Tú qué me ves, cabrón? ¿Mi pito chiquito? ¿Y tú muy grande o que?
Jajajaja, ay para ser una reseña de arte me vi muy corriente en mi lenguaje...
En fin. Ya hablando en serio, estas esculturas muestran varias facetas del ser humano, desde su nacimiento, pasando por la edad adulta hasta la vejez. No son esculturas de gente bella, al contrario, representan al ser humano común y corriente, con expresiones que intentan provocar empatía en quien lo observa. Lo sorprendente, es, como ya lo mencioné, la exactitud y realismo de cada detalle.
Es una exposición muy apantallante, quizá por eso logró gran poder de convocatoria. Vale la pena ir a verla, así que los que viven en Monterrey y área metropolitana, dénse la vuelta. Museo MARCO. Los miércoles es gratis.
Esta es una película mexicana que ha causado revuelo, no sólo por el hecho de que se trata de un documental acerca del sistema de justicia penal mexicano, sino porque además, hace unos días un juez de distrito concedió una suspensión provisional para detener la proyección de la misma, en virtud de un amparo promovido por un testigo (la parte denunciante, en el juicio que se transmite en la cinta), lo cual en vez de disminuir el interés, lo incrementó, pues de ser una película que pudo haber pasado desapercibida en salas (admitámoslo, los mexicanos no son de ver documentales, y mucho menos documentales mexicanos), pasó a ser una película que muchos buscan ver antes de que la quiten de cartelera.
A grandes rasgos, les platico de que se trata. Un chavo, es acusado injustamente de un crimen que no cometió. Tiene una defensa de oficio ineficiente y lo condenan a 20 años de cárcel. Un par de abogados que hacen su doctorado toman el caso, y lo graban para un documental. Hacen alianza con un abogado, de esos bien chingones (de hecho ese abogado me cayó super bien jajaja, son de esos que hasta da gusto ver cómo litiga, bien inteligente, bien perro, no se dejaba de nadie). La cinta retrata los errores del juicio, la burocracia, la ineficiencia, el interior de las cárceles, en fin.
A mí desde su anuncio en cines, me generó mucha curiosidad, debido a mi carrera y a mi experiencia personal en ese mundo de juzgados y tribunales. Y pude constatar que cosas que yo noté en mis años de abogada, efectivamente, son defectos en nuestro sistema penal, y en general, en nuestro sistema de justicia. Así que me voy a explayar en el tema, si me lo permiten.
En primer lugar, los juicios mexicanos no tienen NADA QUE VER con los juicios gringos a los que la gente está acostumbrada a ver en las películas. El sistema de justicia mexicano es por escrito. (excepción: en Nuevo León y otras ciudades ya existen juicios orales, pero no estoy muy familiarizada con estos ya que hace tiempo me desconecté de la abogacía y a mí me tocó la época de que todo era por escrito. Ahí les debo mi comentario. Si hay un lector abogado que pueda darme su comentario sobre el tema, bienvenido).
Esto del sistema escrito, tiene su origen en el derecho romano, en el cual está basado nuestro sistema de justicia.
Sin embargo, la manera en que se desarrolla en la práctica adolece de varios defectos, mismos de los que ya me había percatado recién egresada de la carrera, y que se ponen de manifiesto en la cinta (incluso los recalcan con letras grandes). Estos defectos los enumero a continuación:
1. El juez nunca está presente en las audiencias. En efecto, aunque la ley marca que el juez debe presidir todas las audiencias, en la práctica esto es muy raro. El 99% de las audiencias, desahogo de pruebas testimoniales, confesionales y careos son desahogadas ante un Secretario y su escribiente. El juez en todo momento permanece en su privado. Cuando se termina la audiencia, se imprime, y se pasa a firma con el juez. Pero él no tiene trato directo con las partes. A menos, claro que se trate de un juicio de los que llamamos "juicios pesados", o sea, cuestiones donde se vea involucrada gente importante, o sean de mucha cuantía, o procesos de gente famosa en donde la prensa esté presente.
2. La manera en que se desahoga una prueba testimonial o confesional es determinante en un juicio. Ahí se nota las reacciones, el lenguaje corporal de los interrogados, uno se da cuenta de inmediato si está echando mentiras o si dice la verdad. Sin embargo, debido a que todo se documenta en papel, sólo se plasma en el acta lo que respondieron, no se describe su lenguaje corporal del declarante.
3. Continuando con la manera en que se desahogan las pruebas, en mi punto de vista, el hecho de que se tenga que estar dictándole a los escribientes la declaración, le resta fuerza al careo o a las confesionales. En este tipo de pruebas, uno tiene la oportunidad de amedrentar a la parte contraria para que se descubran sus contradicciones. Los escribientes son estudiantes de derecho que no tienen la habilidad de teclear rápido y sin errores de ortografía, como lo haría una secretaria. Por lo tanto, en el momento de desahogar una declaración, constantemente se tienen que hacer pausas, hasta que el escribiente termine de escribir. En mi opinión, eso hace que a veces se pierda el hilo de lo que se pretende cuestionar o declarar.
4. Debido a que el juez no está presente en las audiencias, el abogado tiene que formular un pliego de preguntas a formular. El Secretario se las lleva al privado del juez, este las califica, admitiéndolas o rechazándolas. Esto le resta agilidad al desahogo de la prueba. A mi me tocó que por ejemplo, si el abogado quería formular una nueva pregunta en el acto, tenia que anotarla en un papel a mano y llevarsela otra vez al juez para que se la aprobara o desechara. En otros casos, las preguntas o posiciones son desechadas porque según esto, no tienen relación con la litis o juicio, situación la cual se deja patente en la película. Esto es debido a que en la práctica la averiguación previa tiene un valor probatorio pleno, por ser hecha ante una autoridad, por lo tanto, resulta difícil cuestionar sobre el hecho, debido a que argumentan que ya consta en el expediente.
5. Otra práctica que se acostumbra mucho en los juzgados, es la de el uso de machotes. Es decir, cuando hay un juicio parecido, se toma el formato, se le cambian datos, se hacen algunos ajustes y listo. Eso hace que no se analice con profundidad las pruebas. Como sucedió en el caso tratado en la película. No me extrañaría que en la sentencia de reposición hubieran usado un machote.
Estos son sólo algunos de los vicios de los que adolece el sistema. En la película se mencionan otros más.
Reconozco que el sistema de justicia se ha visto rebasado en su capacidad. El personal es insuficiente para resolver todos los casos que se presentan día a día. Sin embargo, yo insisto, aún cuando se resuelvan pocos, lo importante es la CALIDAD. Muchos funcionarios no están lo suficientemente preparados, una cosa es tener título y otra haber estudiado a conciencia sin copiar en los exámenes de la facultad. No niego, hay algunos jueces, magistrados y Secretarios que sí trabajan como debe de ser, pero a veces el sistema ya está tan viciado que corren el riesgo de contaminarse en su práctica. Insisto, entiendo que haya muchos delitos sin castigar, que muchos queden impunes, pero al menos QUE SE ESMERARAN EN LA CALIDAD DE LAS SENTENCIAS, QUE SE DICTEN CONFORME A DERECHO, A FIN DE REFORZAR LA CONFIANZA Y LA CREDIBILIDAD EN EL SISTEMA DE JUSTICIA, ESO SERIA UN GRAN AVANCE EN NUESTRA SOCIEDAD MEXICANA.
Así que aprovechen a ver esta película antes de que la quiten de las salas. Quién sabe, a lo mejor algún día todo lo que vean ahí les puede servir en un futuro, para que no les piquen los ojos.
Hoy fui a Marco (Museo de Arte Contemporáneo) y me dio curiosidad ver una exposición muy colorida y muy bonita. Se trata de la obra de Dominique Lemieux, una artista canadiense quien viene siendo la diseñadora de personajes y vestuario del circo Du Soleil.
Los bocetos, dibujos, parte del vestuario y otras cosas más están en exhibición. Me encantó la obra, porque era como entrar a un mundo lleno de seres mágicos. La iluminación de las salas, así como las obras en sí, daba un ambiente como si de pronto abrieras una puerta y te llevara a un mundo fantástico de seres extravagantes y coloridos. No sé, me sentí como si fuera parte del mundo del Du Soleil. Brillos, telas, lentejuelas, seres alados, hadas, mimos, saltimbancos, payasos, duendes, acróbatas, todo está ahí, al alcance del público.
Si realmente quieren pasar un buen rato tranquilamente en un lugar agradable, les recomiendo que se den una vuelta al museo y se den la oportunidad de ver esta obra.
He tenido un chingo de trabajo, al grado de que sentía que mi cabeza iba a estallar, porque me dolía el cerebro.
Pero después de leer esta noticia, ya hasta miedo me dio. :S
¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?
Muere en su cubículo un viernes y se dan cuenta hasta el sábado
¿Alguna vez has sentido que nadie te toma en cuenta en tu trabajo? Mínimo se dan cuenta que estás respirando.
Una mujer en Los Ángeles, California, murió en su cubículo el viernes pasado, pero sus colegas se dieron cuenta hasta el sábado, publicó la revista Time.
La mujer de 51 años llamada Rebecca Wells trabajaba en el Despartamente de Servicios Internos, donde estaba realizando una auditoria, cuando murió repentinamente el viernes.
Las autoridades aún no determinan la causa de muerte, pero sus colegas recuerdan que “siempre estaba trabajando”.
Hace como un año más o menos me invitaron a una milonga. No recuerdo si lo mencioné aquí en el blog, pero pues hoy se los voy a platicar.
Resulta que el hermano de una amiga de una amiga estudiaba ballet. Dicho cuerpo de baile organizó una milonga, que es en pocas palabras, bailar tango.
Antes de que me pregunten: no, yo no bailé tango. No sé bailar eso. Nada más fui a ver. Pero realmente estuvo interesante la presentación.
Fue en un patio de la UR, al aire libre, en una vieja casona, a la luz de la luna y de las velas. En el centro, se ambientó un bar de Argentina, con sus mesas, con sus mujeres de vestidos entallados abiertos por un lado y que dejaban al descubierto una de sus piernas, y sus tacones de aguja. Del otro lado, hombres de traje con sacos de hombreras anchas y sombreros.
Había música y un poeta que declamaba versos sobre el tango y Gardel.
Al ver todo eso me quedé pensando, cómo el baile tenía tanto significado, el cortejo era un arte. Ahora se ha perdido todo eso, todo ese romanticismo, toda esa "cacería" que emprendía el hombre para seducir a la mujer amada, conquistándola con un baile sensual. Ahora a las mujeres se les enseña a bailar como teiboleras para atraer al hombre, incluso hasta dan clases de tubo (pole dancing) siendo que en otros años, era el hombre el que se esmeraba por bailar seductoramente, para así llamar la atención de la mujer. A la gran mayoría de las mujeres (me incluyo) nos atraen los hombres que les gusta y saben bailar.
En fin. En esta sociedad loca, lo único que nos queda es acercarnos de vez en cuando a estas presentaciones, para tener una probadita de lo que el cortejo, el amor y baile algún día fueron.
La primera vez que escuché sobre Steve Jobs, fue cuando mi amigo, que es ingeniero en sistemas, lo mencionó.
Mi amigo es un mega fanático de los productos de la Apple, desde los Ipod hasta las Mac, pues nunca se cansa de describirme las grandes maravillas que tienen esos productos,( a veces incluso le digo que, efectivamente, parece vendedor por la manera tan entusiasta en que me describe las características de esos aparatos).
Sin embargo, la primera vez que me mencionó a Steve Jobs no fue para referirse a él como el creador de las Mac, sino para mostrarme un discurso que él dio en la universidad de Stanford hace algunos años.
En dicho discurso, Jobs hace una recapitualación de tres aspectos de su vida, una vida por cierto difìcil de su nacimiento, pues fue hijo de madre soltera y dado en adopción, no a una familia rica, sino a una familia humilde que no pudo costearle la universidad. Aún así, salió adelante, y creó una de las compañías más exitosas y lucrativas del mundo: Apple. Sin embargo, a los 30 años, en pleno apogeo de su carrera, fue echado de la empresa que él mismo había creado, y se vio obligado a empezar de cero, pero este periodo le sirvió para dos cosas: para conectarse con su creatividad y fue de esa manera que fundó un estudio de animación que hoy por hoy es uno de los más famosos: Pixar, y por otro lado, encontró el amor y conoció a la mujer que sería su esposa. Y el tercer aspecto de su vida: su enfermedad. El cáncer de páncreas que le fue diagnosticado, le hizo valorar más el hecho de vivir, con toda intensidad, como si fuera el último día de su vida.
Hoy acabo de leer una noticia de que los médicos le han dicho que sólo le quedan seis semanas de vida. Lamentablemente, el cáncer siguió avanzando y su estado de salud ya es muy precario. Ojalá mejore. A pesar de todo siento que este hombre nos deja una gran enseñanza de vida y un importante legado: su labor, su trabajo, sus sueños. A mí no deja de asombrarme su espíritu emprendedor y entusiasta, que se sobrepuso a la pobreza, al desempleo, y a la enfermedad, pues aún cuando los médicos le diagnosticaron poco tiempo de vida, él vivió más años de los que le habían predicho.
Es una persona digna de reconocerse, y que en lo personal, me inspira a salir adelante.
Este es el discurso del que les hablaba. Dénse un tiempo para escucharlo. Realmente vale la pena.
Hace rato pasé por la avenida Eugenio Garza Sada, y mi mirada se desvió hacia un colosal edificio de paredes cubiertas de luces de fibra óptica que destellaban centellas de colores como un arcoiris artificial. Estaba flanqueado por proyectores que hacían las veces de faros con haces de luces de un kilómetro. Ni la batiseñal de Batman hubiera sido tan visible como eso. El estacionamiento estaba hasta el tope, no cabía ni un solo alfiler.
Es un casino y hoy fue su inauguración. A mí lo que me sorprende es la tremenda cantidad de personas que acudieron. Hombres y mujeres que creen que con ir a apostar su sueldo en esos lugares dejarán de ser jodidos de una manera divertida y fácil: picándole un botón rojo a una maquinita con monitos y ruidos de trompetas.
Hay como tres o cuatro bibliotecas en Monterrey y su área metropolitana. En cambio, tenemos un chingo de casinos, donde los regiomontanos ilusioriamente creen que por ganar 200, 1000 o 2000 pesos ya salieron de pobres. No se fijan en todo lo que le invirtieron a la pinche maquinita para ganarse esos cuantos pesos. No se fijan tampoco en el mayor recurso que desperdiciaron y que no se les reembolsará jamás: el tiempo. Las horas que pasaron sentados, cuando podrían haber salido a caminar y contemplar los árboles que ahorita ya empiezan a reverdecer; o contemplar las palomas que vuelan entre las calles, o sentarse en una banca a ver pasar a la gente, o comerse un elote con queso y crema, o leer un buen libro, o jugar con sus niños, o platicar con un amigo o amiga, u orar a Dios, o cualquier otra cosa que no sea ir a sentarse a lavar dinero ajeno. Porque para eso son los casinos.
Monterrey pasó a ser una especie de mini-Las Vegas. Todas las noches, Monterrey se maquilla, sale a talonear a las avenidas, a ofrecerse a los mejores postores. Y en las mañanas, amanece como prostituta que se durmió con el maquillaje puesto, con la cabeza despeinada, a recibir los golpes del crimen organizado, que le deja cicatrices en sus calles, en sus edificios, y en su gente, para que luego, al caer la noche, se vista de nuevo de luces y se venda a sí misma.
Cada persona nace con capacidades y habilidades diferentes. Pero qué desventura nacer con ciertas habilidades artísticas (por artísticas me refiero a ARTE, llámese música, literatura, pintura, etc.) que no son apreciadas por la sociedad consumista, en donde constantemente te exigen que seas competitivo y productivo. En estos tiempos el arte ha sido devorado por la tecnología y la economía, así que si uno no tiene habilidades contables, mecánicas, informáticas, o médicas, estás frito. Las carreras mejor pagadas son las que tienen que ver con la informática, las matemáticas y la ciencia. Si naciste con estas habilidades, y si tienes vocación para ejercerlas, excelente, estás en el siglo correcto.
Pero si por el contrario, eres de las almas soñadoras, bohemias, creativas, que escriben versos o literatura, que compones música de orquesta o eres pintor, entonces estarás de acuerdo que naciste en el siglo equivocado, y que estamos nadando contra corriente evitando que nos succione el agujero negro de la economía, porque no somos productivos ni competitivos, esas palabras no nos aplican porque no "producimos" nada ni tampoco competimos en el mercado. Y lucharás, por hacerte un lugar en el mundo usando tus talentos, pero en algún momento, te vestirás con ropa formal y pedirás un trabajo que no te gusta, pero por el que te pagan, todo sea con tal de ganar un sueldo y poder vivir "dignamente". Los sueños quedan entonces en un cajón, el cual a veces abres, para contemplarlos, acariciarlos, jugar con ellos un rato, y después los vuelves a guardar, esperando que la sociedad cambie para poder sacarlos a la luz.
Todos los días te levantas, siguiendo la misma rutina mecánica, vistiéndote de borrego cuando en realidad eres un lobo que aúlla a la luna. Todos los días sueñas con tener el dinero y el tiempo suficiente para no trabajar y dedicar ese tiempo a realizar tu obra de arte, y así dejar de ser anónimo, trascender y ser reconocido. Porque el artista tiene sed de eso, de reconocimiento, de aprecio. Mientras los informáticos y los ingenieros sueñan con ganar mucho dinero y ser jefes o directivos de grandes empresas, los artistas sueñan con que la gente lea sus obras, escuchen su música o expongan sus pinturas en un museo.
¿Y habrá alguien quien te lea, te escuche o te vea? Si ahora la gente sí lee, pero lo que leen son mensajes en facebook (escritos con pésima ortografía), sí escuchan música, pero sonsonetes de una sola nota repetida mil veces que te llevan al borde de la idiotez mental como la canción "Papa Americano", y sí ven, pero no pinturas, sino telenovelas y noticieros amarillistas, en donde hasta los muertos en balaceras ya no se mencionan sus nombres, sino se mencionan por cantidades "ocho, cinco, diecinueve".
Aún así, sobrevivimos, nacemos en familias normales, convencionales, y sólo nosotros somos los que traemos las ondas raras.
Lo más increíble de todo esto, es que Julio Verne lo vaticinó hace más de 150 años, en su obra "París en el siglo XX". Él sabía que esto iba a ocurrir, pero en ese entonces su novela fue rechazada por presentar una visión pesimista del futuro.
Con la introducción de los mensajes de texto en celulares, el uso del chat y del messenger, la juventud mexicana, comprendida entre los 12 y 25 años de edad, ha adquirido una nueva forma de escribir, alejada de toda regla ortográfica y gramatical, lo cual ocasiona bastante confusión entre los adultos.
Esto es el resultado, en primer lugar, de la falta de énfasis en la lectura y escritura. Esta generación se acostumbró a los medios visuales, no sabe cómo se escriben las palabras, así que las abrevian mediante el uso de fonemas. Por tal motivo, la Secretaría de Educación Pública lanzó un manual dirigido a los padres, sobre la "nueva escritura" a fin de que estén al pendiente sobre qué es lo que sus hijos están platicando por messenger o facebook.
Nos enfrentamos ante una decadencia del lenguaje. En un afán por escribir más rápido, por economizar tiempo, sumado a que poca gente se toma la molestia de leer un libro, actualmente el lenguaje escrito se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza. Me ha tocado ver textos en donde el mismo Word de Office saca una pantalla que dice "Son demasiados errores. Word no puede continuar." Ya para que Word diga eso es porque el texto está de la fregada.
En fin, supongo que algún día en el futuro los antropólogos intentarán descifrar nuestros "jeroglíficos" cibernéticos.
Siempre me gustó leer. Aún desde antes de saber hacerlo. Mi mamá me leía cuentos de hadas antes de dormir, y yo los recitaba de memoria. Cuando finalmente supe que la A era la A, la M era la M, y unir el resto de las letras, me sentí feliz.
Mis libros favoritos eran los de lecturas. Los devoré y destrocé todos, literalmente, de tanto que los leía. Cuando nos surtían a inicio del año escolar el paquete de libros, yo leía en un par de días los de lecura.
Después llegaron épocas difíciles. Mudanzas constantes, poco dinero. Pero aún en esas épocas, los libros fueron mis compañeros. Mi papá solía recogernos del colegio en su hora de comida y nos dejaba en la biblioteca infantil, mientras él terminaba su turno de trabajo. Ahí, una vez que terminaba mi tarea, me daba vuelta por los estantes, y comencé a leer... Leer mucho. Incluso saqué mi credencial de la biblioteca y me llevaba a mi casa tres libros por semana, los cuales leía puntualmente y los regresaba para volver a llevarme otros tres, y así sucesivamente. Después, un día se me ocurrió bajar a la biblioteca de adolescentes y adultos. Leí "El lobo estepario" de Herman Hesse a los ocho años. No recuerdo de qué trata, lo único que recuerdo es que un verano lo pasé en casa de mi abuelita leyendo ese libro, sentada en una mecedora.
Con el tiempo, la lectura la fui relegando. En la universidad te llenan la cabeza de conocimientos, que uno tiene que sacrificar el amor a la literatura. Al titularte, entre la rutina laboral, en donde se te exige ser "competitivo"y "productivo" los libros de literatura se abandonan y se empolvan, el placer que infundían sus páginas se diluye en la memoria.
Hoy encontré "El lobo estepario", esta vez en versión digital. Comencé a leerlo, y aún no puedo creer cómo a mis ocho años yo leí completo ese libro. Ahorita siento como si fuera la primera vez que lo leyera, esta vez con otros ojos, con otra mente. Pero algo debió habérseme quedado de todo lo que he leído, porque ahora yo escribo usando las palabras que los libros alguna vez me dejaron.
Hace tiempo leí la historia de Aron Ralston, un alpinista norteamericano que al escalar un Cañón en Utah, tuvo un accidente y su antebrazo derecho quedó atrapado entre una pesada roca.
Duró cerca de cinco días atrapado. No había avisado a nadie de su aventura. No traía celular y sólo traía consigo una navaja chafa, una videocámara, y un bote de agua.
Pues bien, hoy, a siete años después de aquel incidente, se acaba de lanzar la película, protagonizada por James Franco, y es otra de las cintas que está nominada al Óscar.
La película, mmmh, es una trama muy lineal, es un monólogo. Todo el peso de la trama recae en James Franco, por lo que éste tiene que hacer uso de una gama de emociones, que van desde el susto, la ira, la negación, el sarcasmo, la desolación, la angustia, el delirio y el coraje. Por el hecho de que toda la historia gira en un solo personaje y en un solo escenario (una grieta en un cañón), en momentos sientes esa sensación de incomodidad, claustrofobia, deseos de salir corriendo y de tomar agua.
Está interesante la historia, pero alargarla dos horas, cansa un poco. No es sino hasta el clímax cuando despiertas.
Muy buena la actuación del chavo, de hecho se parece mucho a Ralston.
La película está buena, por si deseas conocer esas historias en donde gente común de repente se enfrenta a situaciones inesperadas y tienen que salir adelante.
El mundo del ballet. Bailarinas espigadas, elegantes, silenciosas. Música clásica. ¿Quién apostaría por desarrollar una historia en ese ambiente?
Pues esa es la apuesta de Black Swan, o Cisne Negro, estelarizada por Natalie Portman y dirigida por Darren Aronofsky. Esta es una película de drama y suspenso, desarrollada en ese ambiente artístico del ballet.
La premisa es la siguiente: una bailarina, llamada Nina, ambiciona con ser la protagonista de la puesta en escena de "El Lago de los Cisnes", para ello entrena duro, y finalmente consigue el papel del Cisne Blanco, debido a su personalidad dulce, inocente y angelical. Sin embargo, debe interpretar además el papel de la hermana malvada, o sea, el Cisne Negro, quien es todo lo contrario, tiene que ser una mujer sensual, perversa, erótica, cualidades que Nina no tiene.
Entre las presiones de su coreógrafo y maestro, su madre sobreprotectora, sus compañeros, y ella misma, Nina se va estresando al grado de que empieza a alucinar cosas, se vuelve paranoica porque cree que una nueva bailarina quiere quitarle el papel, y a confundir la realidad con lo irreal.
Me pongo de pie para aplaudir a Natalie Portman por tan impecable actuación al interpretar a un personaje muy complejo y muy demandante. El ballet de por sí es extenuante, me imagino que más para una actriz que no se dedica a eso, y ella ejecutó excelentemente las coreografías, con credibilidad. En segundo lugar, por hacer esa dualidad, entre el dulce y angelical cisne blanco y el erótico y malvado cisne negro. Tercero, por interpretar a una chica que se convierte en psicótica, paraonica, anoréxica, por no mencionar su confusión sexual.
Natalie Portman brilla en este papel, prácticamente ella es la pelicula en sí. Aunque a ustedes no les guste el ballet, yo recomiendo ampliamente esta cinta, es de esas películas que te dejan anonadado, que el personaje te toma de la mano y te lleva a la paranoia y a la locura, pues hay momentos en que uno como espectador ya no sabe si lo que está viendo es real o una alucinación.
El escritor toma su propia vida y la coloca sobre una mesa. Posteriormente agarra unas tijeras y la corta en pedazos. Después toma trozos de otras vidas, de otras conversaciones, de otros sucesos, de otras vivencias ajenas. Las acomoda junto a los retazos de la suya. Luego, cuando cree estar listo, agarra aguja e hilo y los cose, hasta formar una nueva tela.
¿Qué pasa por la mente de un escritor? Una constante película que sólo él puede ver y escuchar. Con personajes, voces, y escenarios, que únicamente él puede apreciar.
En ocasiones, cuando se está muy concentrado, el escritor abandona el mundo real y viaja a otra dimensión, donde él es el héroe o la heroína, donde vive una vida virtual. Sólo que a diferencia de la real, en la virtual si tiene el control de todas las situaciones. Puede cambiar de sexo, ser más joven o más viejo, cambiar de nacionalidad, viajar en el tiempo, crear o matar personajes, saber cuál es el futuro que les depara. Puede regresarse sobre sus pasos, borrar algo y reconstruirlo a su antojo. En su dimensión el escritor es un dios.
Así es, sí, tú, lector millonario que me estás leyendo. Quiero hacerte una atenta petición. Dame un millón de dólares. Cierto, no haré nada a cambio, yo seguiré siendo yo, yo seguiré escribiendo, pero sé que al donarme un millón de dólares no te afectará en nada. Será como quitarle un pelo a un oso. Así que adelante, no seas tímido, no le pienses mucho. Piensa que con donarme ese millón de dólares, habrás hecho a una mujer muy feliz. Tu donación hazla desinteresadamente. Dios te la premiará porque estás haciendo un bien a una persona especial: o sea a mí.
Adelante, escríbeme un correo a chicabloguera@hotmail.com.